La Policía Nacional ha abierto una investigación tras la denuncia interpuesta por el árbitro de 15 años de edad contra el presidente del club Calahorra al que ha identificado como su presunto agresor en un partido de fútbol del domingo en Córdoba capital, hechos en los que las primeras hipótesis apuntan a que "no hay indicios de delito", de manera que "todo indica" a una falta de lesiones.
Así lo han confirmado a Europa Press fuentes cercanas a la investigación, al tiempo que han detallado que en estos momentos se le toma declaración a varios testigos de los hechos que ocurrieron el domingo en la barriada de Fátima, durante un encuentro de alevines, con niños de entre diez y once años de edad.
En concreto, según adelanta la prensa provincial, el árbitro afectado, Guillermo Ávila, ha presentado en Comisaría la pertinente denuncia contra su presunto agresor, al que identificó en una revisión de fichas en la Federación como el presidente del Calahorra, Francisco José Montes, que nada tiene que ver con el que en un principio recogió en el acta, en la que figuraba el entrenador.
En la denuncia, el joven árbitro explica que, si bien en un principio reflejó en el acta del partido el nombre y apellidos del entrenador del Calahorra como su agresor, al día siguiente comprobó, cuando vio su foto en los archivos de la sede de la Delegación Cordobesa de la Federación Andaluza de Fútbol, que esa no era la persona que le pegó.
Y es que, supuestamente el entrenador del Calahorra no asistió al partido, sino que fue el presidente del club quien "se hizo pasar por él", según se recoge en la denuncia del árbitro, quien también a través de la ficha federativa identificó a su presunto agresor.
Además, el árbitro incluye en su denuncia los supuestos insultos y amenazas del delegado del Calahorra, Francisco José Cerezo. "Te voy a pisar la cabeza, a ti te tenían que tirar al río y no al del Deportivo, hijo de puta", según asegura que le dijo Cerezo el joven colegiado.
Mientras, tanto el presidente como el delegado del club Calahorra han informado sobre su intención de interponer una demanda por injurias contra el joven árbitro, al tiempo que los dos han insistido en que las acusaciones que hay contra ellos son falsas.
Cabe destacar que el colegiado se sometió a una radiografía que descartó que tuviera rota la mandíbula y todo quedó en una inflamación del nervio y un tirón en el cuello, "por el movimiento al darme el puñetazo, además de un taponamiento en el oído, por el que ahora no oigo bien", según explicó este lunes el joven, a quien por la tarde se le diagnosticó que tiene el tímpano perforado y se le colocó un collarín.