El aeropuerto de Sevilla iniciará la próxima semana una nueva actuación destinada a mejorar el servicio que presta tanto a los pasajeros como a las compañías aéreas, en concreto la reforma de la zona en la que se encuentran los mostradores de facturación, al fondo del vestíbulo de salidas del edificio terminal.
Según indica AENA en una nota, la obra requerirá una inversión de algo más de 400.000 euros y se ha planificado en cuatro fases, con el objeto de "interferir lo menos posible en la operativa habitual del aeropuerto". De esta forma, de acuerdo con esta planificación, los trabajos terminarán, previsiblemente, en julio.
Gracias a este proyecto, "no sólo se modernizarán los mostradores, sino que también se ganará en ergonomía y se optimizará su distribución, agrupándolos en baterías de cinco, en lugar de seis, como hasta ahora, y disponiendo pasillos más anchos entre ellos". Asimismo, se incorporarán tres puestos específicamente diseñados para pasajeros con movilidad reducida.
Por otra parte, se sustituirán los monitores de información que hay en el frontal de los mostradores, se mejorará la climatización e iluminación de la zona y se añadirán medidas de seguridad para preservar los equipajes, una vez que se depositan en las cintas colectoras.