Un fallo técnico causó hoy una nueva fuga al mar de agua contaminada de radiactividad procedente de la accidentada central nuclear de Fukushima, anunció la operadora de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO).
La fuga tuvo su origen en una acumulación de agua de lluvia sobre el techo del reactor número 2 de la central, que tras quedar contaminada por residuos radiactivos fue a parar a los desagües del edificio y a los canales que desembocan en el Océano Pacífico.
El líquido contenía 29.400 becquereles por litro de cesio radiactivo y 52.000 de estroncio y otras sustancias emisoras de rayos beta, muy por encima de los límites legales, según los datos difundidos por TEPCO.
La compañía detectó los excesivos niveles de radiactividad en abril del año pasado, aunque hasta a finales de febrero no hizo público el problema ni tomó medidas para solucionarlo.
Para frenar esta vía de escape de agua contaminada, TEPCO puso en marcha el pasado viernes un sistema de bombeado que dirigía el líquido hasta otras canalizaciones que desembocan en el muelle de la central, separado del Pacífico por un dique.
Después de cuatro días en funcionamiento, las ocho bombas que componen este sistema han dejado de funcionar, provocando que el agua contaminada acumulada "fluya hacia el mar", explicó TEPCO en un comunicado.
La compañía energética añadió que desconoce la cantidad de agua contaminada que ha ido a parar al mar y la concentración de sustancias radiactivas que contenía, y en estos momentos está investigando las causas del accidente.
El accidente nuclear de marzo de 2011 en Fukushima Daiichi está considerado el peor desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
Las emisiones y vertidos radiactivos resultantes mantienen desplazadas a unas 70.000 personas que vivían junto a la planta y han afectado gravemente a la pesca, la agricultura y la ganadería local.