La resaca del 24M (I)

El Partido Popular fue el más votado en las elecciones municipales del pasado domingo. En total sumó 11 concejales, cuatro menos que en 2011, con los que, pese a la victoria, perdía la mayoría absoluta. En el PP no alcanzan a entender cómo han llegado a esta situación, si se tiene en cuenta que en estos cuatro años han logrado la paz social en la ciudad, han ido en cada momento de la mano del Gobierno central a la hora de afrontar o impulsar determinadas iniciativas de relevancia y han desarrollado un intenso programa de obras y actuaciones en buena parte de las barriadas de la ciudad. No alcanzan a entenderlo porque son argumentos que, en circunstancias normales, habrían ayudado a cualquier gobierno a reeditar un resultado holgado. La respuesta al enigma, obviamente, está en Madrid, no está en Jerez, en las políticas de recortes impulsadas por el Gobierno central; sólo de esa forma se entiende que la pérdida de votantes haya que encontrarlos en la abstención. Pese a todo, sus 11 concejales y la diferencia de casi 10 puntos sobre la segunda fuerza política, legitiman sus aspiraciones de seguir al frente del Gobierno de la ciudad. La cuestión está en si podrá hacerlo y en qué condiciones, porque más allá de su voluntad de querer gobernar está la de los demás partidos y, por supuesto, el compromiso de hacerlo sujeto a unas reglas del juego muy definidas y en las que el diálogo y el consenso deberán primar por encima de todo.