El ex ministro socialista del Interior Antoni Asunción ha responsabilizado ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz a los antiguos gestores del Banco de Valencia de "hundir" la piscifactoría Acuigroup Maremar que fundó, junto al expresidente de la Fundación del Valencia CF Társilo Piles, en el año 1999.
El juez Pedraz ha interrogado este martes a Asunción en calidad de imputado por delitos de administración fraudulenta, estafa y apropiación indebida en el marco de una de las piezas separadas que instruye sobre las irregularidades detectadas en la gestión del Banco de Valencia y mañana escuchará como imputado a Piles por este caso.
Asunción, que ha aportado en su comparecencia la sentencia dictada en diciembre de 2014 por la Audiencia Provincial de Valencia que les absolvía y desestimaba la demanda de la filial de Banco de Valencia, Inversiones Valencia Capital Riesgo SCR, ha subrayado: "Fue un error dejarles entrar en nuestra empresa".
El compareciente, que fue ministro del Interior desde noviembre de 1993 hasta mayo de 1994 tras la fuga del ex director general de la Guardia Civil Luis Roldán, ha explicado que mantenían una relación "comercial" con el Banco de Valencia. "No había amistad por medio ni hubo favoritismos de ningún tipo", ha indicado, sobre la entrada en junio de 2007 de Inversiones Valencia Capital Riesgo (IV SCR) en el 20% de su accionariado, que tres años después aumentaría hasta el 68%.
"Nos han perjudicado, nos han hundido la empresa y encima tenemos que aguantar todo esto", ha señalado ante los medios de comunicación Asunción, que ha sostenido que tenían una empresa "boyante" dedicada a la cría de la dorada y la lubina con una "proyección impresionante", pero que con la entrada en su capital del Banco de Valencia, empezó a "perder dinero".
SUFRIERON UN "GRAVÍSIMO" PERJUICIO
A su juicio, hay dos gestores "clarísimos" Celestino Aznar y Fernando Pemartín que tienen la responsabilidad sobre la quiebra de su piscifactoría. "Esos dos han sido nefastos para la empresa", ha aseverado el exministro, para afirmar que ambos han causado un "gravísimo" perjuicio a su compañía, que ha acabado en manos de la familia canadiense Cooke.
"Nosotros hubiéramos ido posiblemente a un ritmo más lento, pero estaríamos en primera línea porque ahora están vendiendo con normalidad, con unos precios razonables. Es lo que buscamos estar en el mercado y poder marcar con referencias de precio y opinar en el mundo de la distribución. Ahora no tenemos empresa y encima tenemos que aguantar esto", ha remachado.
Así las cosas, Asunción ha mostrado su deseo de que el "conflicto" culmine con su comparecencia y la de Piles ante la Audiencia Nacional, después de que el juzgado de lo Mercantil número 3 de Valencia y la Audiencia Provincial resolviera que no está acreditada la existencia de ningún daño a la sociedad de capital de riesgo que controló el accionariado de Acuigroup Maremar antes de que fuera vendida por Caixabank a la familia Cooke.
INFORME DEL BANCO DE ESPAÑA
El Consejo de Administración de Banco de Valencia aprobó el 22 de junio de 2007 adquirir el 20% de la piscifactoría a través de su filial Inversiones Valencia Capital Riesgo (IV SCR), que más tarde incrementaría su participación en el accionariado hasta el 68% en 2010.
Según el informe del Banco de España que obra en la causa, al que ha tenido acceso Europa Press, la entrada en el capital de Acuigroup Maremar se condicionaba a la elaboración de una revisión contable. Un informe del 12 de junio de 2006 mencionaba la "inexistencia" de la contabilidad de ese ejercicio y no se pronunciaba sobre las existencias, principal partida del balance.
El supervisor señaló que la entidad financiera "consideró que la empresa valía 30 millones de euros y desembolsó seis millones, de los cuales la mitad se pagó en una ampliación de capital y los restantes se pagaron a los anteriores socios, que, no obstante, mantuvieron la mayoría en el Consejo de Administración y el control de la gestión".
Según su informe, Acuigroup Maremar experimentaba en julio de 2010 una situación de "impago generalizado" de sus deudas y el Banco de Valencia obtuvo en el mes de octubre "evidencias de la manipulación contable de las existencias". Por ello, encargó un informe jurídico que concluyó en mayo de 2011 que podían iniciar una "acción social de responsabilidad por parte de los antiguos administradores".
El Banco de Valencia perdió además garantías personales ya que otorgó un crédito de 11 millones de euros a la piscifactoría en julio de 2011, que se sumarían a los seis millones desembolsados en la toma de participación. Un informe de la auditora Deloitte arrojó ese mismo mes que "había un desfase en las existencias de entre 25 y 30 millones de euros", según el Banco de España.
En septiembre de 2013, Caixabank, tras comprar Banco de Valencia, anunció un acuerdo por el cual vendía el negocio fundado por Asunción y Piles a la familia Cooke, dedicada a negocios de acuicultura en Norte América y Chile. Acuigroup Maremar había solicitado el concurso de acreedores tras verse inmersa en una crisis de liquidez provocada, entre otros factores, por la bajada del precio de sus productos en el mercado.
El Banco de Valencia, que fue adjudicado a CaixaBank por un euro en noviembre de 2012, tuvo que ser intervenido en octubre de 2011 por la situación financiera en la que se encontraba. Su Consejo de Administración fue sustituido por un administrador provisional nombrado por el FROB, que inyectó en la entidad cerca de 2.000 millones de euros y le otorgó un aval de 1.500 millones de euros.