Funcionarios de la prisión de Albolote (Granada) recogerán firmas en apoyo al conductor despedido tras verse obligado a parar por las quejas de los trabajadores del centro penitenciario quienes se plantaron por el mal estado del autobús que los traslada hasta el trabajo.
Según ha informado a Europa Press el delegado de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (Apfp), Rafael Molina, ésta será sólo una de las medidas que tomará la plantilla de la cárcel granadina en apoyo al chofer que "ha llegado a recibir amenazas de que le iban a pegar", ha precisado el delegado sindical.
Molina ha explicado que, en el momento en que los funcionarios lo obligaron a parar, llamó "a través del manos libres" para contar lo ocurrido y los allí presentes fueron testigos de las "amenazas e insultos" que le propinó el responsable de la Autocares Moreno que, una vez en el lugar de los hechos, le anunció su despido y "lo dejó allí viéndose en la obligación de llamar a un familiar para que fuera a buscarlo a Maracena para poder volver a casa".
Al igual que el sindicato CSIF, Apfp ha puesto a disposición del conductor los servicios jurídicos y de asesoría para que denuncie un despido "totalmente improcedente" aunque el conductor teme tomar medidas legales "para no tener represalias", ha asegurado Molina quien ha anunciado que "se niega a volver a la empresa".
El delegado de Apfp ha declarado que el conductor teme no volver a encontrar trabajo porque "no lo quiera contratar otra empresa de transportes después de haber denunciado a una de ellas" una información que ha reiterado a esta agencia el representante del sindicato CSIF en la junta de personal, José Antonio Molina, aunque ha afirmado que esperarán a que "se tranquilice y lo vea todo más claro".
Los sindicatos, sin embargo, estudian denunciar por su parte estas "irregularidades" en un "despido sin sentido" pero lo harán más adelante y según la decisión que tome el chofer. Han aclarado que responsabilizan a la empresa concesionaria del servicio del mal estado del vehículo y, en última instancia, a la Administración "por el poco celo mostrado" en el cumplimiento de las condiciones que se exigían en dicha concesión y han tachado de "déspota" la actitud de la empresa al "utilizar a dicho conductor como cabeza de turco del problema".