La Audiencia de Málaga ha condenado a un hombre a 12 años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa al agredir a dos personas cuando asaltó su vivienda para robarles, por lo que se le ha impuesto otra pena de tres años de cárcel por otro delito de robo con violencia, también en grado de tentativa.
Los hechos sucedieron en octubre de 2013, cuando el ahora condenado accedió a un apartamento de la localidad malagueña de Benalmádena con el ánimo de sustraer efectos que encontrara en el interior.
Según consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el hombre se introdujo en una vivienda que tenía una persiana parcialmente levantada, en la que residía una pareja de 82 y 55 años, que en ese momento se encontraba durmiendo.
De este modo, se dirigió hacia el dormitorio y, con un cuchillo cogido previamente de la cocina, despertó a la mujer pidiéndole en inglés que le diera el dinero. Ésta empezó a gritar, despertando a su vez al marido, quienes al ver que el hombre portaba un cuchillo, procedieron a defenderse ante la posibilidad de ser agredidos.
Durante el forcejeo, el habitante de la vivienda recibió un corte en el cuello y su esposa, un golpe en el pecho con dicha arma. Esto hizo que tuvieran que requerir tratamiento médico y quirúrgico, pues dichas heridas podrían haber provocado la muerte de ambos, según los informes médico-forenses que figuran en la sentencia.
DETENIDO A 300 METROS DE LA VIVIENDA
El ahora condenado fue detenido a unos 300 metros de la vivienda, "nervioso y asfixiado, como agitado de haber corrido", según se precisa en la sentencia. Además, también poseía "una herida en la nariz y una mancha de sangre en el pantalón", de acuerdo con lo que se recoge en el escrito.
El asaltante, quien reconoció en la declaración policial que había entrado en la vivienda y había cogido un cuchillo, alegó durante el juicio que estaba "totalmente puesto con metadona, cocaína y tranquimazín", y que por ello no recordaba nada de lo sucedido.
Sin embargo, el médico forense que lo reconoció aseguró durante la vista que no se apreciaban síntomas en el ahora condenado de que estuviera bajo los efectos de sustancias psicotrópicas o de abstinencia, ya que según dijo el hombre, se encontraba bajo tratamiento de deshabituación con metadona, aunque este hecho no queda acreditado documentalmente.
No obstante, las pruebas de ADN determinaron que fue el autor de los hechos, por lo que la Sala lo condenó a las penas de cárcel citadas, además de imponerle sendas multas que alcanzan los 15.760 euros, por las lesiones sufridas por los agredidos, así como por las secuelas que les han quedado y los perjuicios económicos ocasionados.