El principal denunciante en el caso que investiga el Juzgado de Instrucción 4 de Granada sobre supuestos abusos sexuales presuntamente cometidos por sacerdotes a menores en Granada ha presentado una denuncia ante la Policía Nacional tras recibir un escrito anónimo en su domicilio de Pamplona con amenazas e insultos.
Concretamente, ha recibido un sobre de correo postal con un texto en mayúsculas que dice "retira la denuncia hijo de puta o prepárate", según ha detallado a Europa Press el abogado del joven, el letrado Jorge Aguilera.
Este escrito anónimo ha sido remitido al domicilio que tiene en Pamplona el principal denunciante del caso, que lleva "un año recibiendo amenazas", según avanza este miércoles 'Religión Digital', el cual detalla que la Fiscalía ya está investigando el asunto.
La Audiencia de Granada confirmó el pasado septiembre que la causa, cuya instrucción se prevé que concluya en las próximas semanas, sólo continuará contra el considerado líder del grupo, el padre Román M.V.C., al declarar prescritos los delitos atribuidos a los otros once imputados.
El Juzgado de Instrucción número 4 de Granada, que investiga el caso, tomará declaración el 11 de noviembre a nuevos testigos propuestos por la defensa del único imputado, el padre Román M.V.C..
Se trata de personas que conocen a los sacerdotes que estuvieron imputados inicialmente y la vida de la parroquia vinculada a este caso, por lo que, a juicio de la defensa, pueden aportar datos sobre la "realidad de esta situación".
Hace unos días ha trascendido además que el material informático y electrónico analizado por la Policía en este caso no contiene "evidencias del delito que ocupa" en esta causa, según se desprende del informe policial elaborado al respecto.
Los agentes han analizado ordenadores portátiles, conversaciones de correo electrónico y varios dispositivos electrónicos, en los cuales no se han hallado imágenes u otros documentos "con contenido sexual, ni de características pedófilas; ni siquiera pornográficas".
CARTA AL PAPA
El caso se hizo público el pasado mes de noviembre, cuando fueron detenidos el padre Román, dos sacerdotes más y un profesor de Religión, que sin embargo quedaron después en libertad con cargos, en un caso en el que estaban imputadas inicialmente un total de doce personas.
Todo se precipitó después de que un joven, que hoy tiene 24 años, comunicara por carta al Vaticano que había sido víctima de abusos sexuales desde los 14 hasta los 17 por parte de este grupo de religiosos de Granada, lo que motivó que el propio Papa Francisco le llamara para pedirle perdón y ofrecerle su apoyo.
Tras la llamada del Papa al joven, éste formalizó una denuncia ante la Fiscalía Superior de Andalucía, que ordenó a la Fiscalía Provincial de Granada interponer 'ipso facto' denuncia contra todos los afectados.
El Papa se pronunció también coincidiendo con la salida a la luz de esos supuestos abusos en un vuelo de regreso a Roma tras su discurso en el Parlamento Europeo en el que señaló que "la verdad es la verdad" y "no debe esconderse".