La formación bávara Unión Socialcristiana (CSU), socia minoritaria de Gobierno de Angela Merkel, reiteró hoy su desafío a la canciller alemana en la crisis de los refugiados al exigir un cupo máximo de peticionarios de asilo.
"En el estilo de mi política y en la dirección no va a cambiar nada", afirmó Horst Seehofer, presidente de la CSU y del estado federado de Baviera, al ser reelegido en el congreso anual de su partido por dos años más.
El tema principal de su discurso ante los cerca de 800 delegados fue el de la crisis de los refugiados, que afecta especialmente a Baviera porque es el principal punto de entrada en Alemania de los peticionarios de asilo que recorren la ruta de los Balcanes.
Alemania, argumentó el político socialcristiano, sólo podrá tener éxito en esta crisis si "con la tradición de la razón pone un límite a la migración" y abogó por convencer a su aliado de ámbito nacional, la Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside Merkel.
La canciller, que se ha negado en todo momento a limitar el número de peticionarios de asilo que pueden entrar en Alemania, recibió ayer una fría acogida al intervenir en el congreso.
Pese a su reelección, Seehofer, que lidera la CSU desde 2009, obtuvo sin embargo sus peores resultados en un congreso, pues logró un 87,2 % de las papeletas frente al 95,3 % de apoyos de 2013 y al 88,1 % de su primera elección.