El conseller catalán de Salud, Toni Comín, ha asegurado este miércoles que se necesitarían mil millones de euros para reducir las listas de espera actuales, una financiación que sólo se podría lograr "con la independencia" de Cataluña y la gestión propia de los recursos.
"Cualquier persona comprometida con los derechos sociales debería mirar con mucho interés el escenario de la independencia" porque permitiría que Catalunya pudiera dar respuesta a los problemas de los ciudadanos, ha destacado en respuesta a una interpelación sobre sanidad de la diputada del PSC Assumpta Escarp.
Comín ha detallado que se destinarán a sanidad 100 de los 270 millones de euros del plan de choque social pactado por JxSí y la CUP, que "no son suficientes pero no se puede hacer más" con el sistema de financiación actual, por lo que prometer más recursos hubiera sido irresponsable y frívolo.
"Para reducir las listas de espera necesitamos dinero", que se puede intentar lograr con unos nuevos Presupuestos, por lo que ha invitado al PSC a favorecerlos si lo que quiere es mejorar la situación de la sanidad pública y que se despliegue el plan de choque social.
Si no, les ha instado a "contemplar el escenario de la independencia" porque es la mejor vía para lograr mejoras sociales en Catalunya y para blindar un sistema sanitario que ha logrado resistir los recortes de los últimos años, ha celebrado.
Mientras el Govern trabaja para preparar unas estructuras de estado para Catalunya, Comín se ha comprometido a reducir las listas de espera "aumentando la capacidad de profesionales y recursos", con una inyección de unos 75 millones de euros.
RECUPERAR LA CONFIANZA Y EL ORGULLO
Entre otras medidas, también ha apostado por "recuperar la confianza y el orgullo" de sanitarios y pacientes a través del diálogo y el consenso, así como por mantener y, si es posible mejorar, la buena herencia que, según él, le dejó su antecesor, Boi Ruiz.
"No quiero hablar del pasado, sino del presente y el futuro", ha destacado después de que Escarp haya criticado sus alabanzas hacia Ruiz, a quien ha acusado de atacar durante cinco años la sanidad pública.