Juan Gil Bodegas Familiares invertirá 8 millones de euros para adquirir viñedos y construir una bodega en La Rioja, donde aún no operaba, y baraja comprar otra en Jerez (Cádiz) dentro de un ambicioso plan de expansión global que incluye la ampliación de las instalaciones de Campo de Borja (Zaragoza).
Así lo avanza en una entrevista con Efe Miguel Gil Vera, miembro de la cuarta generación de la familia y codirector de Juan Gil Bodegas Familiares-Gil Family Estates, una compañía que integra 10 bodegas en ocho Denominaciones de Origen diferentes y acumula alrededor de 1.400 hectáreas de viñedos gestionados en propiedad.
Solo entre 2016 y 2018, la firma -que celebra este año el centenario de su bodega de origen, la de Jumilla (Murcia)- invertirá en su expansión un total de 30 millones de euros.
La vitivinícola ya movilizó 18,5 millones entre 2001 y 2008 y otros 45 millones de 2009 a 2015 para apuntalar su crecimiento.
Respecto al proyecto en La Rioja, su objetivo es lanzar un vino "emblemático": "Queremos elaborar algo ya en 2017, aunque sea en una instalación prestada" y para ello necesitarán adquirir viñedo y, más tarde, construir una nueva bodega propia, que se hará por etapas.
"La primera fase de esta nueva bodega tendría que estar lista en el 2018, según la planificación que hemos establecido", apostilla.
En el Marco de Jerez pretenden invertir unos 5 millones de euros para incluir en su portafolio a estos "clásicos" españoles.
"De Jerez nos atrae que es la DO española por antonomasia, la que más historia tiene entre todas, pero queremos hacer las cosas bien" y "estamos ya haciendo prospecciones" en la zona.
"La idea es intentar acoplarnos en algún proyecto ya existente que nos permita adelantar la comercialización de estos vinos", es decir, adquirir una bodega existente, porque, de lo contrario, si hoy empezaran a elaborar no podrían estar listos estos vinos, que necesitan largos tiempos de crianza, hasta dentro de 10 ó 15 años.
En 2018 podrían sacar los primeros vinos de Jerez si consiguen encontrar una bodega adecuada y, si no lo logran, el proyecto podría dilatarse más porque "no queremos salir con un vino mediocre".
La última iniciativa en marcha es la construcción de una nueva bodega en el Priorato (Tarragona), que estará finalizada, previsiblemente, el próximo año, con lo que el grupo ya tendrá centros en Cataluña, Murcia, Castilla-La Mancha, Aragón, Castilla y León y Galicia.
"No invertimos solo en bodega, sino fundamentalmente en viñedo, que es lo que permite que tengamos capacidad de dar un vino con calidad y podamos crecer en un mercado exigente donde, al consumidor, que es quien manda, no se le puede dar cualquier cosa".
En líneas generales, el bodeguero subraya que "llevamos muy bien los cien años de historia, en plena forma" porque "tenemos más futuro que presente" y "el sueño está casi cumplido".
Las fuertes inversiones movilizadas por la compañía de origen murciano les han permitido crecer, abrir mercados y alcanzar una facturación de 31 millones en 2015, cifra que podría incrementarse un 10 ó 15 % para el cierre de 2016 y escalar hasta 60 millones de euros en un período de tres y cinco años, según avanza a Efeagro.
"En los dos primeros meses de este año llevamos un crecimiento del 30 %, algo que nos dejaría para diciembre, de continuar esta tendencia, sin vino" para vender, ha subrayado.
El 75 % de su producción actual, unos 8,2 millones de botellas, se exporta a más de 40 países de todo el mundo.
Sobre el crecimiento en los mercados internacionales, destaca el "potencial tremendo" de China, "donde nuestros vinos están teniendo un gran éxito, lo que no nos hubiéramos imaginado hace cinco años, cuando empezamos a relacionarnos con ellos", y Japón, a los que suman otros menos conocidos donde hay una creciente población con poder adquisitivo y pasión por Europa como Corea o Vietnam.
Las raíces del actual grupo se remontan a 1916, cuando Juan Gil Jiménez, trabajador de la piedra, dejó su oficio "para realizar su sueño": tener una bodega en el centro de Jumilla cuyos primeros vinos procedían de viñedos en suelos muy áridos y con un clima extremo.
Entre los hitos de esta compañía, "El Nido" fue el primer vino de Jumilla que figura en la historia como uno de los diez mejores de España.
