El cascabel y el gato cadáver

Nada es gratis en esta vida y mucho menos en política. Al concejal de Hacienda, Manuel Bonilla, lo dejaron ayer solo ante el peligro para anunciar la revisión del plan de ajuste municipal, el lodo de aquellos polvorientos 28 millones de euros anticipados por el Gobierno central: subida del IBI, del Impuesto de Vehículos e incremento de las tasas municipales, principalmente la de cementerios. Además, como ya se había adelantado, se suprimen cinco patronatos y gerencias y se estudia recuperar el cobro de las multas, dada la baja eficacia de la empresa a la que se contrató tras recuperar el servicio de la Diputación Provincial. Eso sí, no se toca un solo puesto de los 1400 trabajadores que tiene el Ayuntamiento. En total, cerca de tres millones de euros de ahorro anual que salen principalmente de la subida del IBI, del Impuesto de Vehículos y de la subida de las tasas, porque del gasto en personal apenas se rebaja en medio millón de euros. Tres millones de ahorro que contrastan con los casi nueve que se pagan de más por no sacar a concurso el servicio de recogida de basura y limpieza y con la municipalización de Onda Jaén y Epassa. En definitiva, el PP le ha puesto el cascabel que guardaba en el cajón desde hacía años a un gato cadáver ya, que, cuidado, podría revolverse en busca de una nueva vida.