El Frente Polisario ha afirmado este martes que el caso de la joven de origen saharaui Maloma Morales de Matos, retenida por su familia biológica en los campamentos de Tinduf (Argelia), "está encaminado a su desenlace feliz".
En rueda de prensa en Madrid, el enviado del líder del Polisario para mantener contactos con países europeos, Bachir Mustafa Sayed, ha pedido "prudencia" para solucionar el caso de Maloma, que podría servir para resolver también otros casos similares y prevenir malentendidos futuros. Hay al menos otras dos chicas en situación parecida a la de Maloma.
Sayed ha señalado que para el Frente Polisario Maloma es una ciudadana "española" --fue adoptada por su familia de acogida en España-- y se ha mostrado en contra de que "se la prive de su libertad".
PEDIDA DE MANO SEGÚN LA TRADICIÓN SAHARAUI
No obstante, también ha pedido ponerse en el lado de la madre saharaui de Maloma y de sus hermanos, al tiempo que ha recordado que cuando una mujer saharaui va a casarse, el novio ha de pedir la mano a toda la familia saharaui.
"Para ellos (la familia biológica de Maloma) sigue siendo una saharaui", ha explicado Sayed, que ha recordado cómo la tradición saharaui obliga al novio (Maloma tiene una pareja española, Ismael Arregi) a pedir "el consentimiento" de toda la familia de la novia antes de casarse.
Sayed también se ha referido al hecho de que para la familia saharaui de Maloma, que hayan adoptado a "su niña" en España supone "casi un robo". El Frente Polisario no comparte esta percepción de la familia saharaui de Maloma, pero Sayed ha dicho que se estaba limitando a explicar "el sentir de otra población".
Maloma, que tiene 22 años, empezó a visitar España con 7 años en el marco de los programas de colaboración entre familias españolas y saharauis. Comenzó a residir de manera permanente con una familia de Mairena del Aljarafe (Sevilla) que, cuando la joven cumplió 18 años, inició el proceso de adopción de Maloma.
El pasado diciembre, la joven viajó a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) porque le habían avisado de que su madre había enfermado. Pasada una semana, cuando se disponía a regresar a España, su familia se lo impidió y desde entonces la retienen en los campamentos.
El viernes pasado, Maloma fue trasladada a Rabuni, la capital administrativa de los campamentos, en lo que se interpretó como un movimiento previo a su salida de los campos, pero esa liberación de frustró.
El cónsul de España en Argel se ha trasladado a Tinduf para asistir a la joven y negociar con la familia que dejen a la joven decidir libremente qué quiere hacer.