"Para todo en el asno hallarás remedio", esta frase recogida ya en libros hace 200 años encuentra actualidad en pleno corazón de Doñana, donde los burros se han convertido en terapia natural para afectados de fibromialgia, gracias al proyecto denominado "Doctor Burro".
Las condiciones y cualidades del burro en el terreno de la salud también fueron consideradas por Hipócrates (padre de medicina) cuando usó, incluso, el zumo de estiércol de asno para combatir los males de estómago en las mujeres y Polibio que recomendaba la leche de burra para "mejorar las defensas naturales del cuerpo."
Ahora, estos équidos se convierten en terapeutas frente a la fibromialgia, una enfermedad que se caracteriza por un dolor muscular crónico de origen desconocido, acompañado de sensación de fatiga y otros síntomas, que causa en quien la padece dolor y sensibilidad en todo el cuerpo.
Los protagonistas animales vuelven a ser los asnos de la una iniciativa de la asociación hispano-británica "El Burrito Feliz", con sede en Hinojos (Huelva), esos que ya han demostrado su utilidad como "bomberos" desarrollando anualmente cortafuegos naturales para prevenir incendios en el entorno del espacio natural.
En este proyecto se suman a la asociación Fibronuba; por unos días, cambian casco de bombero por la bata de terapeuta y simplemente siendo como son se han convertido en compañeros idóneos para hacer que estas personas se encuentren mejor.
En este caso, su jornada dura unas cinco horas, con interrupción para almorzar y se inicia sobre las once de la mañana, cuando los "terapeutas naturales, ocho en concreto, ya han terminado de recibir las últimas atenciones por parte de sus cuidadores: agua fresca, cepillado y colocación de sus cabezadas.
Justo entonces comienzan a llegar a las instalaciones del 'Burrito Feliz' sus "invitados" a disfrutar de una jornada de terapia y positivismo natural en los que ellos van a ser los principales responsables.
Las actividades de este proyecto 'Doctor Burro' son programadas por Mamen Zapata, presidenta de Fibronuba en coordinación con la asociación hispano-británica, en los bosques de la población de Hinojos en el entorno de Doñana.
"Nuestras actividades están encaminadas a ofrecer actividades que ayuden a disfrutar la vida", comenta Zapata quien define la fibromialgia como "una dolencia difícil de diagnosticar y muy sufrida por lo constante de su incidencia".
Durante cinco horas, los participantes en el proyecto pueden pasear por el bosque con sus amigos los burritos, recibir explicaciones sobre los animales y plantas que viven en esa zona e incluso aprender a tirar con arco.
"Estoy contentísima con la actividad y muy agradecida a estos burritos ya que estoy viendo gente que hace unos días estaba en su cama con depresión y en estos momentos se están riendo y disfrutando dando de comer a los animales", explica.
Ante lo positivo de esta iniciativa, el objetivo es ampliar el programa "Doctor Burro" más allá de estos enfermos, se pretende ofrecer nuevas posibilidades con actividades programadas a colectivos de afectados por Síndrome de Down, autismo o parálisis cerebral; en definitiva se trata de potenciar el tándem asno-naturaleza para una terapia de mejora y felicidad.