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Jerez

Hay que creer en los jóvenes

El rector mayor de los salesianos en su visita a España ha dejado clara que la apuesta debe y tiene que ser con y para que los jóvenes crean en ellos

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La visita a España del Rector Mayor de los Salesianos, el lucense Angel Fernández Artime, ha dejado algunas consideraciones que no me resisto a guardarme, sobre todo porque se trata de esa juventud que tantas y tantas dificultades está encontrando en esta España nuestra y que, sin género de dudas, debe ser uno de los principales motivos de preocupación, como ya he expuesto en diferentes piezas de opinión. El Rector Mayor ha lamentado las injusticias que sufre en la actualidad la juventud, como la falta de empleo. “No es justo hacer pagar a los jóvenes una realidad en la que ellos no han tenido nada que ver”, ha indicado al tiempo que ha abogado por “proponerles metas altas” y concederles “oportunidades”, llegando a argumentar que “no se trata de hacer lo de siempre, sino de ser capaces de responder a los verdaderos problemas ahora”, encardinando sus palabras en relación a la labor que realiza la Familia Salesiana en todo el mundo por y con los jóvenes, haciendo referencia a algunas de las últimas actuaciones, como acompañamiento a los huérfanos del ébola, rescate de niñas explotadas sexualmente, acogida de niños de la calle… La tarea educativa va de la mano de la evangelización. En palabras de Fernández Artime “no somos trabajadores sociales. Somos educadores de los jóvenes y educadores en la fe de los jóvenes”. Se trata de seguir “un camino de propuesta en libertad de aquello en lo que creemos”. Por ello le  ha pedido a los jóvenes que crean en sí mismos y se conviertan en los protagonistas de sus días, sentenciando, por lo que a labor de los sacerdotes y coadjutores salesianos hace referencia, que  los jóvenes “siguen siendo muy importantes para nosotros. Creemos en ellos”.  Creer en los jóvenes y que los jóvenes crean ciertamente en el presente y el futuro es la mejor canalización para ese futuro que nos espera en España y en un mundo  azotado por guerras, por terrorismo, por corrupción, un  mundo que está tocando suelo como se suele decir y son los jóvenes los encargados de canalizarlo hacia un horizonte mejor. Hay que trabajar con los jóvenes, los jóvenes tienen que trabajar y tenemos que creer en ellos.

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