En contraste con las lluvias torrenciales que los despidieron a su marcha, el sol brilló con fuerza para dar la bienvenida a los rocieros roteños que en la tarde de ayer regresaban a la localidad tras su peregrinación y encuentro anual con la Blanca Paloma. Tras la celebración del Lunes de Pentecontés, la Hermandad del Rocío de Rota inició su retorno para, en torno a las ocho de la tarde de ayer, realizar su entrada a Rota a través de la avenida de la Libertad.
Numerosos roteños y roteñas, fieles y curiosos, aguardaban a los romeros a su llegada. Al son del pito y el tambor, la Hermandad del Rocío de Rota discurrió por las avenidas María Auxiliadora, San Fernando, calle San Antonio y Calvario, encabezados por su Hermano de Mayor, Francisco Gómez ‘Suspiro’, y su director espiritual, el párroco Carlos Redondo.
Les precedían un grupo de hombres de corto y de mujeres ataviadas con sus trajes y batas rocieras de diferentes colores que otorgaban alegría al cortejo. Tras ellas, el Simpecado de la Hermandad y un buen número de coches y carretas cerraban la comitiva.
El Hermano Mayor de la Hermandad del Rocío, Francisco Gómez ‘Suspiro’, ha hecho un balance “muy positivo” de la peregrinación vivida pese a las inclemencias meteorológicas. “Es cierto que a la ida nos ha llovido mucho, sobre todo a la salida de Rota y durante el segundo día de camino”, confiesa Gómez quien resalta que, pese a ello, “no se han producido incidentes de ningún tipo y hemos disfrutado de un gran Rocío lleno de fe”.