El Poder Electoral de Venezuela dio hoy vía libre a la validación de las firmas presentadas hace más de un mes por la oposición para solicitar un referéndum que permita revocar el mandato del presidente Nicolás Maduro y que considera una salida a la profunda crisis que vive el país.
Tras una semana de protestas y la agresión sufrida ayer por diputados opositores, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, avaló el nuevo paso hacia la consulta, pero advirtió que el proceso puede suspenderse ante "cualquier agresión, alteración o generación de violencia" mientras se restablece el orden.
Lucena señaló que 1,3 millones de rúbricas deberán ser validadas entre el 20 y 24 de junio próximo por los firmantes con su huella dactilar, después de que en la "depuración" fueron "excluidas" 605.727 rúbricas por no cumplir con los "criterios establecidos en la norma".
La alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) requiere unas 200.000 firmas para acreditarse como una organización ciudadana proponente del revocatorio contra Maduro.
Tras ese proceso y previa autorización del CNE, deberá reunir unos cuatro millones de firmas, que equivalen al 20 % del registro electoral, para solicitar la activación del referéndum.
Tras conocerse el anuncio de la presidenta del CNE, algunos dirigentes y diputados de la MUD denunciaron a través de sus cuentas de Twitter que fueron excluidos del proceso.
Lilian Tintori, esposa del encarcelado dirigente opositor venezolano Leopoldo López, el líder político Henrique Capriles, y los parlamentarios opositores José Guerra y Delsa Solórzano dijeron que fueron excluidos.
"Inmorales y corruptos! Más que nunca lucharé por el REVOCATORIO y será este 2016! Se van!", escribió en Twitter Capriles, quien ha sido dos veces candidato a la Presidencia venezolana y uno de los líderes opositores que ha promovido el revocatorio.
Previamente, aseguró que pese a estos obstáculos, el pueblo venezolano se va a movilizar "para validar su firma" e indicó que "desde ya" se inicia un plan desde la alianza opositora para que las personas puedan ir a validar sus firmas.
El también gobernador del estado Miranda (centro) se refirió a la advertencia formulada por la rectora del CNE sobre los actos de violencia e indicó que la oposición no amenaza a nadie y la acusó de jugar con "la paz de la República".
También el presidente del Parlamento venezolano, el opositor Henry Ramos Allup, se pronunció sobre la declaración del CNE, que era esperada por la oposición desde el pasado 2 de junio, cuando se cumplió un mes de la entrega de las firmas.
"¿Hacía falta tanto problema, tanta manifestación, tanto sacrificio, tanta represión, tantos heridos, para que hicieran lo que tenían que hacer en tiempo útil?", se preguntó Ramos Allup.
Celebró, sin embargo, el anuncio del inicio de la nueva fase para el revocatorio y aseguró que los rectores del CNE "por fin hicieron lo que tenían que hacer desde hace días".
El CNE se pronunció en medio de un clima caldeado por la crisis económica, política y social que atraviesa Venezuela, y que ha llevado a sus habitantes a protagonizar manifestaciones.
Muchas de las protestas son contra la escasez de productos de la cesta básica y en algunos casos derivan en saqueos y alteraciones del orden público que son dispersadas por los cuerpos de seguridad.
Este viernes Amnistía Internacional (AI) advirtió que las condiciones en Venezuela pueden llevar a una "crisis catastrófica", e instó al Gobierno de Maduro a reconocer la situación y pedir ayuda internacional.
Además, la directora de Amnistía Internacional para las Américas, la mexicana Erika Guevara-Rosas, quien concluye mañana una visita que inició el lunes pasado, indicó que la apuesta en Venezuela "tiene que ser por el diálogo".
Pero "el diálogo no puede estar condicionado a posturas radicales, posicionamientos y agendas de intereses propios de cada poder del Estado", aclaró la delegada internacional, quien exhortó a llegar a "acuerdos inmediatos".
