Dos hombres que resultaron heridos en incidentes separados se han sumado a la lista de personas atacadas este año por osos negros en Japón, en lo que supone una inusual oleada de incidentes que ha dejado cuatro víctimas mortales desde finales de mayo.
Uno de los hombres, de 63 años de edad, sufrió heridas en la cara y en una mano cuando un oso negro asiático de 1,5 metros altura lo sorprendió en la víspera mientras pescaba junto a un amigo a orillas de un río en la localidad de Hamada, en el extremo occidental de la isla de Honshu, informó hoy la agencia Kyodo.
El otro herido, técnico de una compañía eléctrica de 66 años, también fue atacado en la víspera en la región montañosa de Aizuwakamatsu, en la región nororiental de Honshu, principal isla de Japón.
El hombre sufrió una fractura de muñeca cuando un oso lo mordió cerca de la mano mientras revisaba un cableado eléctrico.
Honshu está sufriendo este año una inusual oleada de avistamientos -van más de 1.200- y ataques de osos negros.
En la provincia de Akita, al noreste, las autoridades han recomendado no internarse en el monte después de que cuatro personas hayan fallecido víctimas de ataques en zonas boscosas de una misma localidad, Kazuno.
Estas cuatro muertes causadas por estos animales desde el pasado 21 de mayo suponen la mitad de todos los casos de este tipo registrados en la región entre 1979 y 2015.
Todas las víctimas se habían internado en zonas boscosas a buscar brotes de bambú -que forman parte de la dieta de este animal- y otras plantas comestibles, lo que ha llevado a las autoridades locales a recomendar a los ciudadanos a evitar estas áreas donde habitan estos plantígrados.
Según algunos expertos, la mayor presencia de osos negros se debe aparentemente a las migraciones de osos y oseznos en busca de alimentos tras la sobreabundancia de hayucos y otros frutos de esta primavera.
Se desconoce el número exacto de osos negros que viven actualmente en Japón, pero se cree que puede haber entre 10.000 y 20.000 repartidos en las islas de Honshu y Shikoku.