Cuando el calor aprieta, los protagonistas en las redes sociales son los termómetros de las ciudades marcando cifras de más de 40 grados y contamos los días para que llegue el otoño hay ciertos sectores que se frotan las manos. Es el caso de algunos negocios que multiplican sus ventas justo cuando el mercurio se dispara, mientras que el resto de los mortales sólo piensa en la sombra, en cosas fresquitas y en aires acondicionados
Empresas dedicadas a la instalación y mantenimiento de aires acondicionados, heladerías, mantenimiento de piscinas, fábricas de hielo y tiendas de electrodomésticos “hacen su agosto” justo en los meses de verano (la mayoría de junio a agosto), aunque cuando las olas de calor y las temperaturas extremas se extienden a septiembre, este mes también entra en el saco que aumenta sus beneficios.
Es el caso de este año cuando los primeros días de septiembre están siendo de los más intensos del verano con temperaturas que el lunes superaron los 45 grados en varias zonas de la ciudad (45,3 en Triana) y de la provincia de Sevilla (con 45,5 grados en Las Cabezas).
El ejemplo más claro que a uno se le puede venir a la cabeza de empresa que aumenta su actividad en verano es el de instalaciones de aires acondicionados. ¿Quién puede vivir sin un aparato de estos en Sevilla en verano?
“Las altas temperaturas continuadas durante muchos días seguidos hacen del aire acondicionado un artículo de primera necesidad”, explica a Viva Sevilla el responsable técnico de Salesur, Alberto Martín.
Salesur, servicio técnico oficial en Sevilla de las principales marcas de electrodomésticos del mercado, aumenta sus avisos y facturación en un 70% durante los meses de junio y julio con respecto al resto del año. También en agosto durante las últimas temporadas y este año incluso en septiembre.
Mientras que durante los meses de bajo rendimiento (de febrero a mayo) la plantilla de Salesur está compuesta por seis técnicos, en verano llegan a ser hasta diez personas dedicadas a la revisión e instalación de equipos de aire acondicionado. Durante el resto del año trabajan en la línea blanca (electrodomésticos) y manteniendo instalaciones de calefacción.
“Los sevillanos no solemos ser previsores. Son pocos los que regulan sus aparatos en primavera, así que cuando llega el calor solemos tener un aumento de avisos y eso obliga a ampliar el horario de trabajo de los técnicos y a realizar contrataciones temporales”, asegura Alberto Martín.
Caso similar ocurre con las fábricas de hielo que durante los meses de calor llegan a estar operativas las 24 horas del día todos los días de la semana. “A partir de junio es un sinvivir”, señala Asencio Díaz, gerente de Hielos del Sur, empresa ubicada en Coria del Río que se dedica a la fabricación, venta y distribución de hielo industrial y que también atiende a particulares.
“Nuestros meses fuertes son julio, agosto y septiembre (este último mes distribuyen mucho hielo por las romerías). Aunque junio no se salva en los últimos años”, señala Asencio, que reconoce que en verano triplican la fabricación y venta de hielo. Su volumen de trabajo es tan elevado durante estos meses (fabrican 25.000 kilos diarios de cubitos) que se ven obligados a triplicar la plantilla.
Hielos del Sur, que distribuye y vende en Sevilla, Andalucía, por el resto de España e incluso Portugal, fabrica hielo todos los días desde enero para tenerlo en stock en sus cámaras para el verano y a partir de octubre se baja el ritmo fabricando sólo lo que se vende al día.
Los extremos no sirven
Hay otras empresas que se presupone que aumentan sus ventas todos los días del verano. Esto es falso en el caso de las heladerías. “Los días en los que se disparan las temperaturas como los vividos esta semana vendemos mucho menos ya que la gente no se atreve ni a salir de sus casas”, indica Lola, responsable de la heladería Bolas, establecimiento de helados artesanos ubicado en el centro.
“Si pasamos de los 35 grados, incluso podemos llegar a perder dinero esos días. En Sevilla casi son mejores las primaveras”, sentencia.
Junto a los anteriores ejemplos, unidos a tiendas de ventiladores o empresas de mantenimiento de piscinas se encuentra el caso curioso del sector del taxi, que ve bajar la bandera con más asiduidad cuando las temperaturas son extremas. “Con mucho frío o mucho calor el sevillano gasta el dinero en un taxi ya que lo prefiere a esperar el bus o a caminar si no tiene vehículo propio”, señala un profesional del sector.
Para este miércoles continuarán las altas temperaturas, con máximas que podrían llegar a los 38 grados, con mínimas de 21, según la Aemet, aunque se baja al aviso amarillo.