D’Addario reveló ayer su participación en dichas fiestas y que recibió 1.000 euros por asistir a ellas, en una entrevista concedida al diario Corriere della Sera, y afirmó que tiene en su poder grabaciones que lo demuestran.
El mismo diario aseguró ayer en su edición impresa que la Policía ha interceptado una conversación de un invitado a una fiesta de Berlusconi en la que hacía alusión a los supuestos pagos que reciben las jóvenes para asistir a esas reuniones.
Patrizia D’Addario afirmó que recibió las invitaciones a través de un amigo y de “un tal Giampaolo” con el que llegó a un acuerdo por 2.000 euros para que viajara a Roma.
El diario Corriere della Sera publicó ayer que la Policía de Bari investigará a la compañía Tecnohospital, dirigida por los hermanos Giampaolo y Claudio Tarantini, por una posible implicación en una trama de concesiones oficiales a cambio de sobornos.
D’Addario señaló que fue llevada a Palazzo Grazzioli, la residencia romana de Berlusconi, donde había otras veinte jóvenes, y poco después llegó el mandatario, un encuentro tras el que recibió 1.000 euros, en lugar de los 2.000 prometidos, porque no se había quedado en Palazzo Grazzioli.
D’Addario acudió a un segundo encuentro en Roma, tras el que rechazó volver a asistir a una de las fiestas del magnate y primer ministro, relata el periódico.
Por su parte, la Fiscalía de Roma ha pedido archivar la investigación que inició a principios de mes para esclarecer si el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, cometió un delito al emplear aviones del Estado para llevar a amigos e invitados a su mansión de Cerdeña Villa Certosa.
El fiscal Giovanni Ferrara afirmó que esos vuelos eran legales porque “en cada uno de ellos” había una persona autorizada legalmente para usar los vuelos.