Muchos aún fruncen el ceño al oir hablar de la polio. Una enfermedad del pasado que sigue muy presente para el más de millar de afectados que sufren sus secuelas en Málaga. Olvidados por la sociedad, en multitud de ocasiones invisibles para las instituciones, en estas fechas les toca reivindicar su sitio. El 24 de octubre es el Día Internacional de esta enfermedad que dejaba paralíticos a casi mil niños al día en 1988.
Un año más, y ya van dos, el arte se convierte en el mejor vehículo para hacer ruido y sensibilizar. El Patio de Banderas del Ayuntamiento de Málaga acoge hasta el próximo 25 de octubre las obras de una veintena de artistas con el objetivo de recaudar fondos para la investigación. Desde instantáneas a 20 euros a impresionantes lienzos hiperrealistas a 6.000, la fotografía, la pintura, la ilustración o la escultura se ponen al servicio de un buen fin. Entre los artistas encontramos muchos ‘amapienses’, como así los llama Nieves Arceredillo, comisaria de la muestra, artista y también afectada. Una forma de expresión para todos que se convierte en una ventana a la libertad para muchos de ellos.
Reivindicaciones
Málaga está cada vez más concienciada. De hecho, las instituciones dedican más minutos a la polio. Lo reconoce Mercedes González, presidenta de AMAPyP, satisfecha porque el Ayuntamiento aprobase en pleno por unanimidad el reconocimiento a las personas afectadas. “Es un gran paso, ahora queremos llevarlo al resto de ayuntamientos, pero no estaremos satisfechos si aquí se avanza mucho y en otros lados nada”, asegura. La atención sanitaria es uno de los pilares de sus reivindicaciones. “Es una enfermedad del pasado, que ya no se estudia, por eso muchos médicos jóvenes no la conocen”, apunta. Afortunadamente en la capital cuentan con una unidad dedicada a paliar y tratar los efectos de este virus, que van desde una fatiga progresiva, debilitamiento en los músculos y mayor riesgo de fracturas requiriendo constantes rehabilitaciones. De ahí que la vida laboral en los afectados se vea más reducida.
La prejubilación y el grado de discapacidad necesario para ello es otra de sus grandes luchas. “Se nos exige que tengamos una discapacidad del 45 por ciento durante un mínimo de 15 años de cotización, cuando la mayoría de tribunales nos otorgan el 33 por ciento de discapacidad”, lamenta González. El próximo día 24 a las doce de la mañana volverán a llenar la escalinata de la Casona del Parque para recordar que la polio no es cosa del pasado. Pueden ver el reportaje en vídeo en vivamalaga.net