La estabilidad y la regularidad es a buen seguro la receta perfecta para que en fútbol se consiga los resultados deseados y que estos se alarguen en el tiempo. Si el Recre Portuense ostentaba de manera justa ser el equipo menos goleado de la categoría con solo dos goles en otras tantas jornadas, el golpe de realidad le llegó el pasado domingo cuando cayó estrepitosamente contra pronóstico ante el Tesorillo.
La goleada infringida por los campogibraltareños en el Marcos Monge (1-4) no fue sino constatar el bajón evidente que acumula otra semana más los recreativistas. Una derrota sin paliativos.
Si el mal juego había servido semanas atrás para al menos salir airoso del envite, el domingo pasado no fue suficiente con competir, la derrota dejó ciertos aspectos negativos que deberán corregir para no entrar en una inercia peligrosa.
Si el conjunto de Carlos Camacho se había mostrado como un equipo fuerte, rocoso, competitivo y ordenado en las primeras jornadas, le supuso compartir la primera plaza con otros equipos y ser el ya mencionado menos goleados, de tres semanas hasta la fecha, el Recreativo Portuense ha mostrado su peor cara y sus peores resultados.
De nueve puntos posibles ha conseguido uno, dos derrotas que han dejado un mal sabor de boca y dudas. Las que tendrán que despejar según avancen las próximas jornadas.
Los piropos iniciales se han difuminado ante el estancamiento actual tras las dos derrotas y el empate sumado.
Las inercias están para romperlas cuando son negativas y en esas se tendrá que proponer los rojiblancos que deberán sortear un nuevo choque este fin de semana cuando pongan fin a un mes, el de octubre que no ha sido ni mucho menos positivo a tenor de los resultados y las expulsiones, en el ojo de las críticas de los aficionados que culpabilizan la facilidad, según estos, de recibir cartulinas que lastran al equipo y al devenir de la competición.
Una cuestión a corregir y a enmendar para no empezar el declive de un proyecto que mostró sus mejores argumentos en sus inicios y con el que se debe poner el punto y final para encauzar nuevamente la sintonía perfecta de los próximos enfrentamientos.
El partido ante el Chiclana Industrial se ha adelantado a la tarde de mañana sábado a las 17.30 horas en El Fontanal.
Sin duda alguna, el peor rival con el que podía buscar la reacción, dado que es el que lidera la clasificación con 16 puntos y sus encuentros en suelo chiclanero por victorias.
Una reválida más que importante y crucial la que deben afrontar los portuenses en la necesidad de frenar la mala racha liguera.