Así lo han confirmado a Efe fuentes de la lucha antiterrorista, que han precisado que el hallazgo de este nuevo escondite de ETA se produjo este fin de semana, después de que una persona alojada en un cámping avisara a la gendarmería francesa de que había hallado cinco bolsas semienterradas.
Estas bolsas se encontraban en el interior de un zulo cuadrado, de 80 centímetros por 80.
En una de las bolsas había 23 temporizadores, dos de ellos de corta duración; en la segunda había receptores, tres antenas y una treintena de bombillas, y en la tercera se ocultaban dos cajas con 14 detonadores electrónicos, al parecer de fabricación artesanal, y un centenar de detonadores.
En la cuarta bolsa la banda guardaba tres kilos de cordón detonante y en la quinta los tres kilos de pentrita.
Nueve personas fueron detenidas ayer en el País Vasco francés por su presunta relación con una serie de atentados contra intereses turísticos de la región, según confirmaron fuentes policiales.
Este operativo se enmarca en la investigación de los atentados e intentos de atentados contra intereses turísticos e inmobiliarios, cometidos por un grupo autodenominado Irrintzi.
Es un grupo que ha reivindicado una veintena de acciones contra agencias inmobiliarias o segundas residencias en el País Vasco francés. Según Askatasuna, la organización de apoyo a los presos de la banda terrorista ETA, a los siete arrestos anunciados ayer por la mañana y los dos de por la tarde, se suma uno más registrado el pasado sábado, el de Xan Beyrie. quien permanece detenido en la comisaría de la Gendarmería de Pau, ciudad del suroeste francés.
EL PRESUNTO JEFE DEL 'COMANDO DONOSTI' EXCULPA A SUS COMPAÑEROS DE BANQUILLO
El presunto jefe del último ‘comando Donosti’, José Ángel Lerín, para quien el fiscal pide 27 años de cárcel, negó en el juicio que comenzó ayer en la Audiencia Nacional que otros once de los acusados fueran miembros o colaboradores de dicho comando.
Junto a Lerín son juzgados tres supuestos integrantes del comando –Arkaitz Agote, Juan Carlos Herrador y Sergio Lezcano–, además de nueve presuntos colaboradores que según el fiscal habrían realizado labores de información, propaganda y transporte, y alojado a miembros de la banda.
Sin embargo, Lerín negó que estos acusados fueran integrantes del comando del que supuestamente era dirigente; y aunque admitió que Herrador le alojó durante 23 días, afirmó que esa fue su única labor en relación con la organización terrorista, y que éste no tenía conocimiento de que almacenaba en su trastero los explosivos que fueron encontrados durante el registro.
De igual modo, Herrador negó que su compañera del momento, Lorea Irigoyen, y su antigua pareja, Itziar Aguirre, acusadas de colaboración con el comando, conocieran sus actividades dentro de la banda.