Que tener una mascota en casa es una práctica en aumento no hay quien lo dude. Ello se pudo comprobar en la gran aceptación que gozó el primer San Antón organizado el pasado domingo por la protectora de animales ASOSA y el Ayuntamiento de Arcos a través de su Delegación de Deportes. Más de un centenar de mascotas, sobre todo de perros, se dieron cita en la soleada, pero fría, mañana del domingo para llevar a cabo en primer lugar una concentración de bienvenida en el Paseo de Andalucía. Fue allí donde tuvo lugar la inauguración de esta actividad que celebra por primera vez Arcos, aunque existe un precedente en la barriada de Jédula. De ello se encargaron los responsables de la protectora y el alcalde de la ciudad, Isidoro Gambín, cortando incluso una cinta inaugural a la altura del templete del Paseo.
Desde allí, y con las medidas de seguridad que lógicamente requería la concentración de animales, las mascotas realizaron junto a sus propietarios un simbólico paseo hasta el recinto ferial, donde se montó un puesto para la venta de objetos por parte de la protectora de animales y también una barrada para recaudar fondos. Estas actividades se completaron con una exhibición canina.
El presidente de ASOSA, Manu García, estaba la mar de contento porque no se esperaba tantas mascotas, a las que acabaron sumándose algunos conejos para poner el punto de distinción, pero sobre todo quiso lanzar un mensaje sobre cómo la sociedad cuida a sus mascotas, una vez que la asociación denunciara el pasado año decenas y decenas de casos de maltrato y de abandono animal. De hecho, durante la jornada el presidente de la protectora acompañó a un animal que ha sufrido recientemente maltrato, mostrando aún sus heridas. García explicaba que por qué no se iba a celebrar un San Antón en Arcos cuando otras ciudades lo tienen ya como un día clásico en su calendario, de ahí que considerara un acierto esta iniciativa de cara al fomento del cuidado animal. “Hay que darles cariño y no abandonarlos como muchos hacen”, señala el presidente de ASOSA.
El público pudo así lucir sus mascotas e incluso rivalizar sanamente por a ver quién la llevaba más lustrosa. Quienes quisieron, permitieron que sus animales fueran bendecidos, que es una simbólica práctica en este tipo de encuentros.
El primer San Antón de Arcos ha dejado un grato sabor de boca a los participantes, que ya piensan en una edición futura en la que incluso se bata récord de participación de animales. Por cierto, a ver si para la siguiente hay más gatos y otras mascotas que, igualmente, puedan quedar bendecidas durante la jornada.
