El titular de la sección 7 de la Audiencia Provincial de Sevilla ha absuelto a un profesor de apoyo de un colegio de Umbrete (Sevilla), A.C.L., que se enfrentaba a una petición de seis años de cárcel por los presuntos tocamientos en los genitales a los que habría sometido a un menor.
La sentencia no considera probado que se realizasen los tocamientos con intención más allá de una broma al menor que tuvo a su cargo durante unos tres años, además de que no se dio credibilidad al testimonio del propio niño en el juicio, así como a las dos pruebas periciales psicológicas prácticas, que sí apoyaban la versión del menor.
La petición de la acusación a este profesor, que en el momento de los hechos no tenía antecedentes penales, señalaba que "prevaliéndose de su condición de profesor de apoyo realizó tocamientos con ánimo lascivo en los genitales al menor, nacido en 2003", que se habrían producido "en repetidas ocasiones, desde que el menor cursaba tercero de Primaria y contaba la edad de 8 años, hasta noviembre del 2014, cuando narró lo sucedido".
Sin embargo, la sentencia admite que el profesor "tenía bromas con el menor. Que le daba pellizcos abajo y arriba en la pierna, y que le hacía regalos, como fotos, lápices, una poesía dedicada a él que publicó en clase o incluso invitaba al cine en fines de semana y vacaciones y en verano a bañarse a su piscina".
El juez, entiende que "carece de fundamento intentar presentar como contexto favorecedor de la conducta imputada los regalos o detalles", destacando que "la poseía se la entregó en clase delante de todos lo alumnos, y era, al parecer relativa a un juego informático al que (el menor) era muy aficionado y fue compuesta en clase por el acusado mientras los alumnos redactaban la suya y entregada al final de la clase delante de todos los alumnos".
Sobre el testimonio de un alumno que afirmó que vio los tocamientos al menos una vez, el juez entiende que "podrá ser tenido como una desafortunada e inadecuada broma de un profesor a un alumno que en ese momento tenia ocupadas sus manos con un ordenador portátil, pero en modo alguno sugiere caricia o tocamiento con animo libidinoso, mas aun teniendo en cuenta que se hizo a la puerta de un aula abierta y con alumnos por los pasillos, como terminó reconociendo el testigo".
El profesor se enfrentaba a una acusación de "delito de abuso sexual, con la agravante de la edad del menor dada su vulnerabilidad", y la prohibición de residir en Umbrete.
