Las obras de remodelación del entorno de Santa Clara parece que no llevan el ritmo deseado, no por lo menos el que se ajustaba a las primeras previsiones del proyecto, que hablaban de una obra que se alargaría en el tiempo durante tres meses, un plazo que casi se ha duplicado, pues el pasado martes 2 de mayo cumplían seis meses.
Una obra que se alarga en el tiempo y que acusa el cansancio de los ciudadanos, pues cabe recordar que se trata de un punto de confluencia de muchos conductores que intentan moverse a lo largo y ancho de la ciudad.
María Vargas, una de las portuenses que toma este espacio prácticamente todos los días y en varias ocasiones a lo largo del día, asegura que “estas obras se están haciendo muy largas. Hemos pasado las navidades, la Semana Santa y como nos demos cuenta, hasta la Feria, para ver cómo se terminan estas obras”, apunta. “Seguimos comiéndonos atascos y es muy complicado salir de la rotonda, da igual la salida que te toque coger”, explica.
Aunque la obra de reurbanización del entorno de Santa Clara encara su recta final, cierto es que los portuenses no se muestran muy satisfechos con el trabajo que está realizando el equipo de Gobierno formado por PSOE e Izquierda Unida.
Y en otro orden de cosas, no solo exigen que se terminen las obras, sino que se dé una respuesta a la situación de la barriada de José Antonio. Los ciudadanos, no solo los residentes del entorno, piden que se derribe por lo menos el edificio que da a la nueva rotonda de la Esperanza, que pasará a ser un homenaje a las madres de Andad. “La imagen que da este bloque, no solo por lo que ha significado por la compra y venta de droga, sino por la de casas que están quemadas, no es precisamente lo que necesita esta zona una vez finalicen las obras, porque va a quedar todo como una perita en dulce, pero con un paisaje bastante feo”, admite L. G.
Recordar que en el mes de diciembre esta obra se ralentizó debido a que la empresa adjudicataria de los trabajos, Firmes y Carreteras, tuvo que esperar a que la Junta de Andalucía diera el visto bueno a las excavaciones arqueológicas necesarias en la zona. Así, en el mes citado se puso en marcha la suspensión temporal de las obras, en el espacio cercano a la Ermita de Santa Clara, a la espera de la Junta. Excavaciones que no han supuesto ningún descubrimiento que volviera a ralentizar las obras, a pesar de que se hablaba de posibles itinerarios funerarios, que solo ha constituido un rumor.
Con todo, a mediados de enero la Junta de Gobierno Local procedió al levantamiento de esta suspensión, de manera que se pudo retomar el normal funcionamiento de los trabajos.
Pero ese mes de ralentización de los trabajos ha supuesto que el plazo de ejecución, fijado en tres meses y medio, haya sido superado y se cumplan más de dos meses y medio más de obras. “No han cumplido con lo prometido y una vez más somos los portuenses los que pagamos las promesas sin cumplir, porque seguimos sufriendo el malestar de las obras”, explica un residente.
Y el hecho de que la zona de Santa Clara y su entorno vaya a quedar muy “decente”, no es suficiente “porque por bonito que quede, nos acordaremos de que la cosa se está alargando”, añade.
Por otro lado, tampoco se han llevado a cabo las expropiaciones de los edificios o restos de ellos que se encuentran entre el cementerio y la barriada de Los Milagros, actuación iniciada por Leocadia Benavente como edil de Urbanismo. Por tanto, la imagen seguirá siendo la de ahora, la de la decadencia, que “no tiene nada que ver lo que será el entorno de Santa Clara. La empresa adjudicataria de las obras está realizando algunas actuaciones en la zona, pero no se derribarán todos los edificios, que es lo que exigen los ciudadanos como María Vargas.
Actualidad
La semana anterior, los operarios de FyC se encargaron del adecentamiento de la nueva rotonda, la que sustituye a la extinta de la Esperanza, en la que se han plantado varias palmeras. Además, se realizan mejoras y una nueva estructura en la calzada en dirección al parque del Vino Fino, pero aún quedan vallas y actuaciones pendientes en la propia calzada, por lo que los usuarios piden “que se termine una cosa y después se empiece otra”. Por otro lado, otro equipo de operarios se ha encargado de mejorar el acerado que continúa tras el cementerio.
Además, se ha acabado el acerado que se encuentra entre la Ermita y los edificios de Santa Clara y el perímetro del carril bici. Pero los vecinos reclaman que hay que hacer una limpieza y desbrozo de matorrales en la zona, pues el entorno se encuentra “muy descuidado”. Por otro lado, la ampliación del acerado entre la Ermita y la nueva rotonda, la más pequeña en tamaño, sigue existiendo un espacio en el que se acumularán hierbas, como ha ocurrido hasta el momento, un lugar que además ha obtenido poca atención por parte de la administración municipal.
En definitiva, los portuenses son conscientes, y así lo admiten, de la mejora que supondrán estas obras para el entorno de Santa Clara, especialmente para el tráfico, ya que se duplican los carriles existentes en estos momentos. Pero también consideran que “estamos pagando caro el coste de esta mejora, porque las obras parecen no tener fin y se alargan, con molestias que estamos pagando a un algo precio”, aseguran los afectados por los trabajos.
Señales de obra que no se distinguen ni se cumplen
Algunas de las señales que se colocaron y pintaron cuando comenzaron las obras y la remodelación del tráfico necesaria ya apenas se distinguen y muchos son los conductores que se saltan estas señales, como el ceda el paso de la avenida del Ferrocarril
Socavones que piden que se eliminen
El pavimento que se encuentra frente a la puerta del cementerio se ha quedado lleno de socavones tras la primera fase de las obras, en la que el tráfico pasaba por este espacio, que se ha quedado resentido y que los conductores piden que se eliminen por el bien común.
Una poda pendiente en las zonas verdes
n Algunos puntos de las zonas verdes de la urbanización de Santa Clara están pendientes de una poda, como reclaman los residentes. Vecinos que consideran que este enclave merece una aportación municipal en forma de poda.
¿El derribo de José Antonio, para cuándo?
Ciudadanos y residentes de los alrededores se preguntan para cuándo el derribo de José Antonio, edificios que, recuerdan, deberían estar tirados desde hace veinte años. Por ello siguen solicitando a la Junta de Andalucía que actúe.