Es un Bien de Interés Cultural unido a la ciudad de Cádiz por una lengua de tierra que lo convierte en una península casi inhabitada y dejada de la mano de Dios que se enfrenta a temporales y mareas, así como a la propia naturaleza. De cara a la celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812 se erigía como referente institucional para convertirse en uno de los principales bienes patrimoniales de la ciudad, pero el tiempo se echó encima y no dio tiempo a convertirlo en ese ‘Faro de las Libertades’ previsto.
Ahora, cinco años después del Bicentenario, del Castillo de San Sebastián apenas si se habla ni desde las instituciones ni desde los organismos. Tan sólo la UCA mantiene relación con este equipamiento. Hace unos días, Comisiones Obreras en el Ayuntamiento de Cádiz remitía un escrito para dar traslado de las quejas de los trabajadores que prestan su servicio en el citado equipamiento municipal. En el mismo denuncian el “mal estado en que se encuentran las instalaciones interiores y la zona externa del castillo”.
En concreto señalan: humedades en paredes y techos, así como desprendimientos del revestimiento de paredes, acumulación de basuras, matojos en el exterior donde “campan a sus anchas todo tipo de parásitos”, así como grandes socavones en el recinto y “una plaga de roedores”. Según la sección sindical, la “falta de mantenimiento y limpieza genera la aparición continua de roedores, que si bien por parte de Salud, cuando son requeridos, les colocan cebos, estas medidas no son suficientes para garantizar la seguridad en el ámbito laboral de los trabajadores, ya que anidan con facilidad con el riesgo que supone para la salud”.
Para concluir piden en el escrito que se “den las instrucciones oportunas y a la mayor brevedad para que se lleven a cabo los trabajos necesarios para corregir tales deficiencias que son de gravedad”, según explica CC.OO.
Por su parte, la Delegación de Cultura ha remitido la situación a la Delegación de Salud, desde donde se ha indicado que se tomarán cartas en el asunto para evitar los parásitos y roedores.
