El juzgado penal número 4 de Cádiz ha condenado hoy a nueve meses de prisión y una multa de 1.080 euros a cada uno de los diez jóvenes acusados de causar destrozos en el puente José León de Carranza de Cádiz en 2013, durante una protestas para reclamar carga de trabajo para los astilleros gaditanos.
Los diez acusados han aceptado hoy esta pena, con la que ven reducida la condena a dos años y nueve meses de prisión que pedía para cada uno de ellos el fiscal.
Un centenar de personas, entre ellas miembros del equipo de gobierno municipal de Puerto Real (Cádiz), de donde son los acusados, y trabajadores del metal, han arropado hoy a los diez jóvenes a su entrada en el juzgado al grito de "viva la lucha de la clase obrera".
El alcalde de Puerto Real, Antonio Romero (Podemos), ha subrayado antes del inicio del juicio que las medidas que se planteaban contra los jóvenes eran "desproporcionadas" y ha enmarcado su participación en aquellos actos vandálicos durante una protesta en astilleros en la situación de desempleo que vivían.
Finalmente, los jóvenes han aceptado un acuerdo por el que han sido condenados cada uno de ellos a tres meses de prisión por un delito de desórdenes públicos y de seis meses por daños, junto a una multa de seis euros diarios durante ese semestre de condena, lo que suma 1.080 euros.
Los diez acusados han reconocido los hechos y agradecido el apoyo del comité de empresa de Navantia y del Ayuntamiento de Puerto Real.
Los hechos por los que han sido condenados ocurrieron el 12 de diciembre de 2013, en una de las campañas de protestas para reclamar carga de trabajo para los astilleros de Cádiz.
El puente José León de Carranza, muy cercano al astillero de Navantia de Puerto Real y en aquel entonces uno de los dos únicos accesos a Cádiz por carretera, volvió a ser el escenario de las protestas de los trabajadores.
Aquel día varios encapuchados invadieron la calzada con piedras, quemaron barricadas y causaron graves destrozos en el puente.
El puente permaneció casi 24 horas cerrado, entre otras cosas porque, según la Fiscalía, varios operarios desde la fábrica de Navantia amedrentaron a trabajadores de la empresa de limpieza para que no despejaran la carretera, bajo la amenaza de lanzamiento de objetos como tuercas y tornillos.