Renfe Cercanías ha dejado literalmente tiradas a las personas con movilidad reducida una vez que la operadora ha recortado los servicios que ofrecía a estas personas limitándolos a los trenes de Media Distancia. Eso deja a muchas personas que ya de por sí tienen que sortear los inconvenientes de una estación en altura en la que muchas veces no funcionan los ascensores y desde hace meses tampoco lo hace la escalera mecánica, sin posibilidad de viajar desde San Fernando a Cádiz o Jerez.
Miguel Redondo Rosillo ha denunciado esta nueva situación de unos meses para acá y así lo ha denunciado a través de andaluciainformacion.es en una carta dirigida a los responsables de Renfe, a los que pide medidas provisionales en tanto se arbitra alguna medida que palie el recorte en el contrato con la empresa que presta el servicio. Si es que es voluntad de Renfe atender a estas personas en sus trenes de Cercanía o sencillamente pretende dejarlos en tierra.
Miguelón, como es conocido popularmente Miguel Redondo, quien lleva a sus espaldas una larga guerra contra las barreras arquitectónicas en la ciudad, sufre una discapacidad grave consecuencia de un traumatismo craneoencefálico que le impide caminar y reduce su movilidad en mano a pequeños movimientos que me permiten usar silla eléctrica.
Sin embargo, no puede levantar la mano, por lo que no le es posible pulsar un botón como el del ascensor ni tampoco de las puertas de apertura para entrar o salir en el vagón del tren. Tampoco le es posible pasar el billete por la ranura del torno para acceder al interior y coger el tren. Para todo ello precisa la ayuda de Atendo.
Otra dificultad se encuentra en el acceso a la estación de Bahía Sur en San Fernando, en la que es necesaria acceder por ascensor o rampa. El ascensor se encuentra averiado en numerosísimas ocasiones, pero la rampa de una gran longitud y a pensar de tener una inclinación media, su suelo no es antideslizante, especialmente en tiempo de lluvia. “Como mi silla tiene mucho peso debido a las baterías, cuando subo o bajo, puedo perder fácilmente el control de la misma, chocar contra las barandilla o incluso salir despedido al vacio”.
Gracias a las políticas de integración y eliminación de barrera, “con enorme esfuerzo y voluntad, vivo en una casa solo con la ayuda puntual a domicilio. Para mí este reto, supone dar sentido a mi vida”, dice Miguel Redondo en su carta. “Todo lo que me es posible lo desarrollo por mi mismo, como cualquier persona. Así acudo al medico a Cádiz, a rehabilitación; a la clínica del dolor; a hacer gestiones administrativas; a reunirme con amigos o a otros temas en los que incluyo también el ocio”.
Para todo esto, el único medio de transporte a su alcance económico que se lo posibilita son los trenes de Cercanías. Hasta el momento nunca había tenido problema, porque la empresa Atendo, contratada para Renfe, le había prestado este servicio. “Sin embargo, el pasado 3 de noviembre, fui informado por la citada empresa, que la ayuda contratada por Renfe solo cubría trenes de media distancia y Alvia, quedando excluido los trenes de Cercanías, que al parecer hasta entonces me habían proporcionado solo por buena voluntad”.
Esta situación abre ante él un panorama de “incertidumbre y angustia, ya que lo que para otra persona seria una simple contrariedad, en mi caso es un impedimento grave para atender mis necesidades de la vida diaria”.
Lo que pide Miguelón es que se le siga atendiendo en los servicios de Cercanías hasta regular por contrato que este trayecto tenga el mismo servicio para personas con discapacidad que el resto de los trenes. “Máximo cuando nosotros, personas con dificultades físicas, precisamos esta ayuda en trayectos cortos, incluso con mas frecuencia que para el resto de trenes”.