El fuego ha arrasado 178.436 hectáreas de superficie durante 2017, que termina como segundo peor año del decenio por hectáreas quemadas, por detrás de 2012, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, y segundo peor en número de grandes incendios (GIF) --los que superan las 500 hectáreas-- del siglo, solo superado por 2006.
Así, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, en 2017 se triplicó el número de grandes incendios del decenio y en lo que va de siglo solo ha habido más número de estos grandes fuegos en 2006, cuando ocurrieron 59. Esto convierte a 2017 en el segundo peor año del siglo en GIF.
De acuerdo con los datos del 1 de enero hasta el 31 de diciembre, en 2017 se registraron 56 grandes incendios, frente a los 20 de la media del decenio. La cifra queda lejos de los 22 de 2016 y mucho más aún de los 6 grandes fuegos de 2008. De este modo, incluso a pesar de ser el segundo año por superficie arrasada por detrás de 2012, cuando ardieron 218.956 hectáreas, 2017 ha tenido un 36,58% más grandes incendios que 2012.
En total, en el pasado ardieron 178.436 hectáreas, una cifra que casi duplica la media del decenio (91.846 has) y casi triplica el número de hectáreas arrasadas el año anterior (65.849). En el mes de diciembre ardieron 1.849 hectáreas.
Más allá de los últimos diez años, en el año 2005 ardieron 188.672 hectáreas en España en el conjunto del año y en el año 2000 se quemaron 187.025 hectáreas, lo que convierte al año 2017 en el cuarto del siglo por superficie afectada.
Respecto al número de siniestros, entre el 1 de enero y el 31 de diciembre ocurrieron 13.822 fuegos, de los que 8.721 fueron conatos, de menos de una hectárea y 5.101 fueron incendios, de una o más hectáreas.
Por tipo de vegetación, el 56,14 por ciento (100.183,15 hectáreas) de la vegetación leñosa afectada era superficie matorral y monte abierto y otras 66.930 hectáreas eran de superficie arbolada. Además, ardieron 11.322 hectáreas de pastos y dehesas.
En total, el fuego ha alcanzado en 2017 al 0,643 por ciento del territorio, más o menos el doble que la media del decenio (0,331 por ciento). En definitiva, 2017 ha sufrido un repunte, en el que más de la mitad de los fuegos se produjo en el noroeste; el 32,05 por ciento en las comunidades interiores; el 15,77 por ciento en el Mediterráneo y un 0,61 por ciento en Canarias.
Por tipo de vegetación, el 66,36 por ciento de la superficie arbolada ardió en el noroeste; el 18,34 por ciento en el Mediterráneo; el 14,14 por ciento en las comunidades interiores y el 1,16 por ciento en Canarias.
En cuanto a la superficie forestal el 73,84 por ciento se quemó en el noroeste; el 14,36 por ciento en las comunidades interiores; el 10,71 por ciento en el Mediterráneo y el 1 por ciento en Canarias.
Los datos suponen que la región noroeste, que comprende Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y las provincias de León y de Zamora, donde se ha concentrado la mitad de los fuegos, ha ardido casi tres cuartas partes de la superficie forestal y más del 65 por ciento de la superficie arbolada.