Ni Recreativo ni Villanovense se llevaron la palma en este Domingo de Ramos de 2018. Normal. Ninguno de los dos equipos hizo méritos suficientes para llevarse el partido tras ofrecer 90 minutos soporíferos para el espectador. Sin intensidad, sin arriesgar, sin jugar al ataque, sin movilidad e incluso sin fe. Sólo se vio a un Recre algo mejorcito en los últimos instantes de la segunda mitad pero insuficiente para llevarse la victoria.
Ya desde el primer minuto se vio un partido aburrido y carente de fútbol. Los dos equipos pecaron de miedo a encajar un gol y ninguno apostó por ir decididamente a por la victoria. De vez en cuando, alguna individualidad de los albiazules posibilitó que pisaran área rival. En el minuto 10, Boris Garrós falló un uno contra uno ante el meta Leandro tras un pase entre líneas de Carlos Lazo, el recreativista más destacado.
Poco después, el ariete catalán cabeceó a las manos del portero visitante un centro enviado desde la banda derecha. Además, Iván Agudo, tras una bonita jugada personal, disparó cruzado. Pese a esos tímidos intentos de los onubenses, el Villanvense tampoco demostró ser un equipo que opte a nada esta temporada. Sólo los habituales despistes de la defensa recreativista fueron aprovechados por los extremeños para intimidar algo.
Con este guión monótono acabó la primera mitad con empate en el marcador. Los aficionados del Decano pitaron a sus jugadores.
En la reanudación siguió todo igual. Recre y Villanovense parecían que no querían jugar al fútbol. Sólo la entrada de Antonio Núñez dio algo de vértigo al juego del Decano. Sobre todo por la banda derecha. Pero no sólo con la voluntad de un jugador se gana un partido en Segunda división B.
La segunda parte transcurrió sin pena ni gloria. Llegó un momento en el que el Villanovense prescindió descaradamente de ir a por la victoria y se limitó a defender. El Recre se encontró algo más cómodo con triangulaciones en zona de tres cuartos pero careció de profundidad para llegar con claridad a la meta defendida por Leandro. Rafa de Vicente y Ale Zambrano dispararon fuerte y desviado en varias ocasiones pero nada.
Los últimos cinco minutos de partido los disputó el Villanovense con un jugador menos por la lesión de Espín cuando ya había hecho los tres cambios. Entonces llegó la jugada clave del partido y posiblemnente de la temporada. Boris Garrós mandó a las nubes un balón que se encontró muerto en el área a falta de tres minutos para el final.
Empate sin goles que no sirve a ninguno de los dos equipos. Los albiazules mantienen su ventaja de dos puntos sobre los puestos de descenso y se jugarán la permanencia en las últimas siete jornadas de campeonato.