El Lunes Santo, a fuerza de ser uno de los más importantes de la Semana Santa de San Fernando, sumó una jornada distinta. Muy distinta, de esas que sólo ocurren alguna vez cada década. Los cambios de itinerarios de Medinaceli y de Afligidos dieron una nueva visión del Lunes Santo. Afligidos fue la primera en abrir la jornaday lo haría una hora y cuarto más tarde que el año pasado. Eso se notó en público en la calle y en más hermanos procesionando.
A las 18.30 horas, con el sol como testigo. La cuadrilla de Pepe El Mellao se fajaba para portar uno de los pasos que más pesan en San Fernando y que este año sumaba más peso con el bordado de la túnica de María Magdalena, que al igual que la Virgen de la Amargura, que estrenaba saya bordada por Francisco Carrera Iglesias, conocido como Paquili.
La banda Fernando Guerrero, de los Palacios acompañó el paso de la hermandad, y lo hacía después de más de dos décadas tras el paso de la hermandad, que lucía un exorno floral variopinto y de corte antiguo. Era una salida muy especial, por tanto se cumplían 75 años de la bendición de la imagen de Jesús de los Afligidos y 25 del estreno del paso de misterio, realizado por el recordado tallista Antonio Martín, con imaginería deManuel Carmona.
Medinaceli, salía a la calle un cuarto de hora más tarde que en años anteriores, y lo hacía para recorrer un itinerario muy distinto. Las monjas capuchinas se fueron en enero de 2017, pero no fue posible cambiar el itinerario entonces. De esta forma, y ante la ausencia de las monjas, esta hermandad seráfica, que tenía carta de hermandad con el convento isleño, dio un giro total a su itinerario, realizando la estación de penitencia en la capilla de Nuestra Señora de los Desamparados.
La Archicofradía de Medinaceli entró en las calles del barrio de la iglesia Mayor en una salida donde dejaba al margen la calle Ancha para aportar un momento distinto, como la subida de las calles La Herrán y Murillo, cuya estrechez hacía difícil la subida sobre todo del paso de palio de cajón de la Virgen de la Trinidad, cuyas dimensiones complicaban las maniobras de los cargadores de la Asociación de Jóvenes Cargadores Cofrades.
Había también novedad en cuanto al acompañamiento musical del paso de palio. Ya no estaba la banda Astigitana de los últimos años, sino que la hermandad estuvo acompañada en esta ocasión por la banda municipal de Villalba del Alcor, de Huelva, que se estrenaba tras el paso de la Virgen de la Trinidad. No faltaron las cornetas de la banda de Daimiel tras el paso de Medinaceli. La cofradía dedicó su estación de penitencia a la diócesis de Cádiz y Ceuta, por el 750 aniversario del traslado de la diócesis de Medina a Cádiz.
Los pasos estuvieron exornados con mote de lirios morados en el Medinaceli y rosas, anastasias y flor de arroz en tonos blancos, en el paso de Trinidad. Cerraba la trilogía de hermandades del Lunes Santo la cofradía del Ecce Homo, que nuevamente brilló en la calle. Supuso el primer día de la Semana Santa del barrio de la Pastora, al igual que el del Cristo.
Pero la cofradía del Ecce Homo además celebraba el 50 aniversario de la bendición de su titular, para lo que ha elaborado un gran programa de actos. La agrupación musical Fuensanta de Morón de la Frontera y la banda de música Maestro Dueñas, de El Puerto de Santa María, acompañaron los pasos, siendo una novedad la presencia de la banda portuense. Un gran día de la Semana Santa de San Fernando, con tres pasos dorados, aunque el de Medinaceli, aún sin terminar de dorar, que contó con cuatro cuadrillas de los Jóvenes Cargadores Cofrades en los pasos de Ecce Homo y Medinaceli, y una de Pepe El Mellao, en el de Afligidos.
El tiempo contribuyó a la brillantes del Lunes Santo, que volvió a ser de oro por la climatología reinante, algo que siempre ha caracterizado este día de la Semana Santa.