A fortaleza no hay quien le gane. Mujer, joven, con una importante trayectoria profesional. Es de las políticas que se remangan sin problemas. Madre de dos hijos que es capaz de tener esa agenda con horas infinitas para atender sus obligaciones familiares y su cometido político en la ciudad. Cuando en 2015 aparecía como número 2 en las listas de la que era una nueva formación política en la ciudad, Ciudadanos, era poco conocida, pero ella no se ha dejado amedrentar ni en el seno del arco plenario ni en cualquier otro ámbito de su vida.
El Gobierno demuestra que no sabe gestionar. Lo que más coraje me da es la mentira, la facilidad para falsear la realidad¿Por qué se metió en el mundo de la política?
—Desde joven he tenido inquietudes por participar en cuestiones relacionadas con los asuntos públicos. Nada más terminar la carrera comencé a trabajar en distintas empresas como Dragados Off Shore y Navantia hasta que decidí dar un cambio a mi vida y dedicarme a la educación. Me presenté a las oposiciones y estoy dando clases desde 2011. Ese fue el impulso real que tuve, al trabajar con la juventud y ver la falta de valores existente, la apatía. Pensaba que algo no se hacía bien. De ahí que pensé que había que trabajar juntos, y que desde otros ámbitos podríamos aportar a nuestra sociedad. Hemos estado mucho tiempo soportando el bipartidismo y era el momento de que aparecieran nuevos partidos. Apareció Ciudadanos, vi que compartía con ellos las principales premisas, que venían con ideas nuevas y di el paso.
¿Y ha cumplido con los objetivos que se marcó?
—El objetivo de participar en la gestión se cumple a medias desde la oposición porque el esfuerzo, el trabajo apenas se ve. Hay que estudiar mucho, informarse, conocer a fondo la ciudad. Todo el esfuerzo no se ve recompensado, pero lo poco que vamos consiguiendo con nuestro trabajo da una satisfacción muy grande. Es una apuesta y estoy contenta del trabajo que venimos realizando desde nuestra posición.
¿Se siente escuchada dentro de Ciudadanos? ¿Cómo está siendo la experiencia?
—La experiencia política que tengo es muy buena gracias al equipo con el que estamos trabajando. Juanma ( Juan Manuel Pérez Dorao) y yo tenemos una relación muy abierta, sincera. Nos escuchamos el uno al otro, nos respetamos y atendemos a las ideas de cada uno. Creo que es una experiencia más que positiva.
Como mujer, tanto en el ámbito de la política como en el profesional, ¿se siente valorada?
—En el ámbito profesional me ha resultado más difícil. En los años en los que trabajé en mi profesión, soy ingeniero químico, había muy poca representación de mujeres en mi sector y por mi condición de mujer sentí que era más difícil crecer profesionalmente. En cuanto a la política, llevamos años luchando porque la igualdad sea real y aún sigue siendo difícil. No obstante, dentro de mi partido me siento tratada de igual a igual.
¿Qué sensación tuvo al pisar por primera vez el Ayuntamiento?
—La primera sensación es que impresiona. Desde pequeña uno ve ese Ayuntamiento, con el alcalde, considerado como algo muy importante. Da mucho respeto. Pero después, al presentarte a las elecciones te das cuenta de que al final, cualquier persona puede participar de la vida política y trabajar por los problemas de su ciudad. Sí es cierto que los primeros días estaba aún tan nerviosa, que cuando tuve que acudir a una reunión previa al Pleno de organización, porque mi portavoz no podía asistir, al salir corriendo del taxi, me enganché con los pantalones y caí a lo largo en medio de San Juan de Dios. Los taxistas aún se acuerdan (explica riendo y recordando el momento). Llegué a la reunión con el pantalón rajado, la rodilla llena de sangre y recuerdo escuchar al alcalde pedir el agua oxigenada. Nerviosa ya no llegué desde luego.
¿Qué es lo que más le impone?
—Lo que más me impone es la responsabilidad de tener entre tus manos asuntos que afectan a la ciudad. Sabemos que hay mecanismos, que hay personal técnico increíble, que hay mucha información para llevarlo todo a cabo, pero es una responsabilidad muy grande. Por eso me molesta que desde el equipo de Gobierno se estén desatendiendo muchas áreas y que no se gestione. Todos sabemos que en el mundo privado se marcan unos objetivos a cumplir, que existe una planificación para alcanzar las metas. Pero aquí es que no hay ni planificación, ni objetivos, ni trabajo.
¿Cómo ve al equipo de Gobierno?
—Ellos llegaron con ideas, eslóganes y buenas intenciones, y no han sabido aprovechar al personal técnico. Han demostrado que no se saben organizar. En la política municipal la ideología se diluye en el día a día. Es como una casa: cuentas con un presupuesto, lo repartes, tienes prioridades y gestionas. Ellos demuestran diariamente que no saben gestionar, pero lo que mas coraje me da de la política es la mentira, la facilidad de determinados sujetos para falsear la realidad y darle la vuelta para su beneficio. Ni siquiera han sabido rodearse de gente que supiera llevar a cabo el trabajo de gestión.
¿Qué me pondría como ejemplo?
—El pliego de limpieza que lleva dos años prorrogado, por ejemplo. Lo que hay es que trabajar porque sea lo más beneficioso posible para la ciudad y que se gestione de la mejor manera posible. Hay que analizar los pliegos de otras ciudades, estudiar, revisar maquinaria, ver ofertas. Es algo independiente de la ideología, es la oportunidad de dar una respuesta a los ciudadanos y ellos se limitan a decir que no lo hacen porque no hay dinero.
¿Qué le pide al Gobierno local?
—Que se aprovechen del trabajo que estamos realizando como oposición. Si con nuestro trabajo conseguimos que la ciudad funcione, pues mejor. Hay que ser constructivo, queremos aportar ideas, sumar, completar. No vamos, como dicen ellos, metiendo palos en las ruedas, ni boicoteamos. Si con nuestra actitud propiciamos que se desbloquee la ciudad, pues mejor será para los gaditanos. No buscamos un beneficio partidista. Tenemos nuestros trabajos profesionales, no dependemos de la política y eso nos da libertad e independencia y así lo demostramos. Nuestro esfuerzo es muy grande porque estamos concienciados que podemos aportar a la ciudad.
¿De qué gestiones se siente orgullosa?
—Cualquier cambio que hemos propuesto, la ciudad ha ido a mejor. Mi dimisión en Onda Cádiz ha dado lugar a la dimisión de David Navarro y a los cambios en una gestión oscura y autoritaria, que va a mejor. Hemos conseguido con mucho esfuerzo que haya gerencia en la Fundación de la Mujer, hemos propiciado la modificación de los criterios estatutarios que permitan una mayor participación de todos los grupos; seguimos con la denuncia en la limpieza, los parques y jardines. Sacaron adelante la modificación presupuestaria en 2016 gracias a nuestro apoyo. Nuestras propuestas a Pleno son sencillas pero de las que llegan a los ciudadanos. No queremos que se queden en los cajones. Hemos conseguido que en el Parlamento se planteen el plató de cine acuático y ahora lucharemos porque se quede en Cádiz...
¿Cómo ve el panorama electoral para Ciudadanos en las próximas municipales?
—Vamos a mejorar los resultados. Creo que vamos a ser un partido llave y necesario para la gobernabilidad. Nosotros estamos abiertos a un pacto con cualquiera. Desde el principio hemos dicho que estamos abiertos al diálogo con todo el mundo. Estamos dispuestos a hablar con cualquiera, si es para beneficio de los gaditanos, somos un partido abierto donde prevalece el sentido común, el trabajo y la gestión eficaz en favor de los ciudadanos.