El pleno de la Diputación de Sevilla, reunido este jueves en sesión ordinaria, ha aprobado de modo definitivo el presupuestos de la institución para 2019, que asciende a 453,1 millones de euros, con el voto a favor del Grupo socialista, el voto contrario de las fuerzas de oposición y la desestimación de la única reclamación formulada al documento.
Groso modo, el proyecto de presupuestos de la Diputación y sus entes y sociedades satélite para 2019 se eleva a 453,11 millones de euros frente a los 430,65 millones de euros de los presupuestos de este año. Tal extremo, así, implica un incremento presupuestario del 5,2 por ciento, lo que se traduce en 22,46 millones de euros más.
A partir de ahí, los gastos se dividen entre 290,3 millones de euros de gastos no financieros, es decir dedicados a programas, inversiones o el funcionamiento propio de la institución, gasto tangible a fin de cuentas, y 162,8 millones de euros reservados como "operaciones financieras" según la Ley 2012 de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, toda vez que entre dichas operaciones financieras destacan 162,27 millones de euros de "activos financieros", es decir depósitos bancarios.
Entre los 290,3 millones de euros de gastos no financieros dedicados a programas, inversiones, actuaciones y gastos propios de la Diputación, destacan 130,3 millones de euros dedicados a las nóminas de la plantilla, sus cotizaciones a la Seguridad Social y todos los aspectos relativos a los trabajadores de la casa. Dicho capítulo cuenta este año casi con 5,4 millones más que en 2018, al estar prevista la subida salarial acordada a nivel estatal el pasado mes de marzo respecto a los funcionarios.
LAS INVERSIONES
También entre estos 290,3 millones figuran 35,26 millones de euros para los gastos de bienes corrientes y servicios de la propia Diputación, 5,3 millones para el fondo de contingencia, 32 millones en el capítulo de "inversiones reales", 63,4 millones de euros para transferencias corrientes y 22,9 millones de euros para transferencias de capital. Dado el caso, las inversiones reales crecen casi cuatro millones de euros, las transferencias corrientes suben 5,6 millones y las de capital bajan 804.000 euros.
Los pasivos financieros, finalmente, se reducen a algo más de 538.000 euros (un tres por ciento más que en 2018) y los gastos en intereses asociados a los mismos son de 381.000 euros, un once por ciento menos que el año pasado.
En cuanto a los programas y actuaciones comprendidas en las grandes líneas de gasto ya descritas, a grandes rasgos se mantienen todos los programas que tradicionalmente sostiene la Diputación, como el Plan de Urgencia Municipal (PUM), destinado a contratar personas desfavorecidas a través de los ayuntamientos y que este año cuenta de nuevo con cinco millones de euros, el Sistema Provincial de Bomberos, que contará con 19,78 millones frente a los 18,6 de este año, o el Fondo Extraordinarios de Anticipos Reintegrables (FEAR) para los ayuntamientos.
El proyecto presupuestario, recordémoslo, fue aprobado inicialmente el pasado mes de noviembre con el voto a favor del Grupo socialista y el voto contrario de todas las fuerzas de oposición. Y es que mientras los socialistas defendían que se trata de un proyecto presupuestario "municipalista" y centrado en las políticas sociales y la cohesión territorial, el PP, IU, Cs y Participa avisaban de que se trata de un texto "monocolor, precocinado", "plagiado" al de años anteriores e "insuficiente" para la "realidad social" de la provincia.
Ahora, en el pleno ordinario celebrado por la Diputación este mismo jueves, la institución ha aprobado definitivamente el texto presupuestario, con el voto a favor del PSOE, el voto contrario del PP, IU y Cs y la ausencia de Participa, siendo además desestimada la única reclamación planteada al documento, por parte de la sección de CCOO en la sociedad provincial Prodetur.