El personal que colabora de manera voluntaria en los proyectos de participación del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla se ha formado en la nueva Ley de Voluntariado de Andalucía, la importancia de la confidencialidad de los datos de las personas con las que trabajan y el Código Ético del voluntariado, en unas jornadas formativas de la Comisión de Participación del hospital.
La dirección del centro ha explicado en una nota de prensa que, en concreto, han sido unos cien voluntarios pertenecientes a 20 entidades comunitarias, "todas ellas con una larga trayectoria" en la realización de programas de voluntariado en el Virgen del Rocío, los que han asistido a estas sesiones, en las que también se ha abordado la importancia de la protección de datos en los programas de voluntariado hospitalario y su adaptación a la normativa vigente; y la confidencialidad desde la acción voluntaria en un hospital.
La Comisión de Participación está integrada por cinco profesionales del hospital, entre los que figuran un representante de la dirección, Román Villegas, subdirector de proyectos; y una secretaria, Agustina Hervás, jefa de la Unidad de Trabajo Social.
Además, está compuesta por dos pacientes representantes de las escuelas de pacientes y otras nueve personas de distintas entidades comunitarias, como representantes del resto de organizaciones comunitarias que tienen programas en el centro sanitario. Todos sus miembros se reúnen al menos dos veces al año y planifican las actividades en las que participan las 33 entidades comunitarias que colaboran con el centro hospitalario.
Las trabajadoras sociales del Hospital Universitario Virgen del Rocío coordinan, por otro lado, a 289 voluntarios, asociaciones u organizaciones vinculadas que realizan diversos programas sociales.
Entre ellos, la dirección del centro ha destacado las iniciativas que incluyen el acompañamiento del paciente, que está solo durante su ingreso o su tratamiento, o a aquel cuya familia no puede estar junto a él en algún momento, así como la organización de actividades de entretenimiento para los menores hospitalizados, realizadas en la ciberaula o en las mismas habitaciones, si los pequeños no pueden desplazarse.
Asimismo, ofrecen la posibilidad de ceder una manutención básica y alojamiento a familias de otras provincias y sin recursos que han de pasar largas temporadas en el hospital. Todas ellas son actividades complementarias a la asistencia sanitaria ofertada por el centro hospitalario.
Además, hay programas puntuales de acompañamiento para adultos que presentan necesidades especiales durante su estancia hospitalaria y para favorecer el alta, también.
Toda esta acción voluntaria se organiza y se programa a través de entidades comunitarias que mantienen proyectos con el hospital, que son supervisados y coordinados por la Unidad de Trabajo Social en su área de Participación Comunitaria, que dirige Hervás.