El Departamento de Parques y Jardines de la Concejalía de Infraestructura y Servicios Públicos del Ayuntamiento de Huelva ha culminado la campaña anual contra la procesionaria del pino que se viene desarrollando desde mediados de noviembre.
Es el cuarto año consecutivo que se realiza esta operación en los casi 850 ejemplares existentes en la ciudad, con el objetivo de combatir la plaga antes de que aparezca e intentar que los árboles sean inmunes a la enfermedad. Un tratamiento que se aplica una vez al año y que como apunta el concejal responsable del Área, Luis Albillo, “está dando excelentes resultados, controlando la procesionaria en un 95% de los pinos de la ciudad a lo largo del tiempo”. En este sentido, el edil ha puntualizado que “en caso de algún rebrote, que puede aparecer en zonas abruptas y de difícil acceso, o en espacios naturales como el Parque Moret, aplicamos actuaciones de choque para atajar la plaga con urgencia”.
El tratamiento contra la procesionaria está incluido en el programa de endoterapia vegetal que lleva a cabo el Ayuntamiento de Huelva para el control biológico del arbolado de la ciudad. Un programa que reduce al mínimo los productos químicos y refuerza la seguridad aplicando el tratamiento directamente a la planta, en este caso a través de unas cánulas que se abren en la base de los pinos, inyectando el antídoto para que recorra todo el árbol a través de su propia savia.
La campaña anual incluye todos los ejemplares existentes en la ciudad, tanto en parques, como en calles de todas las barriadas, encontrándose las mayores concentraciones de pinos en la prolongación de la Avenida de Andalucía, el Parque Moret, Francisco Jiménez, Zafra y 12 de Octubre.
A continuación, el Ayuntamiento de Huelva se está preparando para reanudar, a finales de este mes de febrero, los tratamientos para combatir el picudo rojo en las palmeras. En este caso, se trata de tareas que se llevan a cabo cada 60 o 70 días, llevando a cabo entre cuatro y seis aplicaciones al año.
Además, durante el mes de mayo, se realizarán otras dos campañas anuales, para prevenir la galeruca, en los casi 900 olmos existentes en la ciudad y el conocido como pulgón, que afecta a diferentes plantas. A estas operaciones rutinarias, se suman acciones puntuales, durante todo el año, para abordar problemas concretos o enfermedades que puedan aparecer.
Se trata en todos los casos de tratamientos fitosanitarios, propios de la endoterapia vegetal, que es un método terapéutico que consiste en la reducción al mínimo de productos químicos y la inyección de sustancias directamente en el sistema vascular de la planta, prescindiendo de los tradicionales tratamientos aéreos. De esta forma, se evitan pulverizaciones o aspersiones de productos, minimizando los riesgos sobre el medio ambiente y reforzando la seguridad, ya que resultan totalmente inocuos para la salud de las personas y animales, pudiéndose utilizar a cualquier hora del día.