Después de varios años de análisis de observaciones con el telescopio Hubble, científicos han dado explicación para una luna misteriosa alrededor de Neptuno descubierta en 2013.
La pequeña luna, llamada 'Hipocampo', está inusualmente cerca de una luna neptuniana mucho más grande llamada 'Proteus'. Normalmente, una luna como 'Proteus' debería haber barrido gravitacionalmente a un lado o tragarse la luna más pequeña mientras despejaba su trayectoria orbital.
Entonces, la pregunta es por qué existe la pequeña luna. Es probable que 'Hipocampo' sea una pieza arrancada de la luna más grande que resultó de una colisión con un cometa hace miles de millones de años. La diminuta luna, de solo unos 34 kilómetros de ancho, tiene una milésima de la masa de 'Proteus', con unos 418 kilómetros de ancho.
"Lo primero que notamos fue que no esperaría encontrar una luna tan pequeña justo al lado de la luna interior más grande de Neptuno", afirma Mark Showalter, del Instituto SETI en Mountain View, California. "En el pasado lejano, dada la lenta migración hacia afuera de la luna más grande, 'Proteus' estuvo una vez donde Hipocampo está ahora", añade.
Este escenario es compatible con las imágenes del Voyager 2 de 1989 que muestran un gran cráter de impacto en 'Proteus', casi lo suficientemente grande como para haber destruido la luna. "En 1989, pensamos que el cráter era el final de la historia", indica Showalter. "Con el Hubble, ahora sabemos que un pedacito de 'Proteus' se quedó atrás y lo vemos hoy como Hipocampo", añade. Las órbitas de las dos lunas están ahora a unos 12.070 kilómetros de distancia.
El sistema de satélites de Neptuno tiene una historia violenta y torturada. Hace muchos miles de millones de años, Neptuno capturó la gran luna Tritón del Cinturón de Kuiper, una gran región de objetos helados y rocosos más allá de la órbita de Neptuno. La gravedad de Tritón habría destruido el sistema satelital original de Neptuno. Tritón se instaló en una órbita circular y los escombros de las lunas neptunianas destrozadas se volvieron a unir en una segunda generación de satélites naturales. Sin embargo, el bombardeo de cometas continuó destruyendo cosas, lo que llevó al nacimiento de Hipocampo, que podría considerarse un satélite de tercera generación.
"Sobre la base de estimaciones de poblaciones de cometas, sabemos que otras lunas en el sistema solar exterior han sido golpeadas por cometas, destrozadas y reconstruidas varias veces --señala Jack Lissauer, del Centro de Investigación Ames de la NASA, coautor de la nueva investigación--. Este par de satélites proporciona una ilustración dramática de que las lunas a veces son desgajadas por cometas".