El delegado de Salud y Familias de la Junta en Almería, Juan de la Cruz Belmonte, el gerente del Hospital Universitario Torrecárdenas, Manuel Vida, y los representantes de la Junta de Personal se han concentrado este miércoles a las puertas del centro para condenar las últimas agresiones sufridas por los profesionales sanitarios en la provincia.
Belmonte ha indicado en una nota que desde la Delegación "se tiene tolerancia cero ante las agresiones", toda vez que ha recordado que "el personal sanitario cuando ejerce sus funciones tiene condición de autoridad y como tal, el que les agrede se somete al proceso judicial oportuno".
Por su parte, el presidente de la Junta de Personal, Joaquín Fernández, ha leído un comunicado por el que han rechazado este tipo de agresiones al personal sanitario y ha instado a los profesionales a que "denuncien cualquier tipo de agresión" que puedan sufrir ejerciendo su labor. Asimismo, mediante una pancarta, han pedido "más medios" para combatir este tipo de comportamientos.
El Colegio Oficial de Enfermería (COE) de Almería también se ha sumado con su "repulsa más enérgica" en contra de las últimas agresiones sufridas por una enfermera y dos auxiliares en el Hospital Torrecárdenas, así como por un médico en un consultorio de San Isidro en Níjar.
La presidenta del Colegio de Enfermería de Almería, María del Mar García, ha manifestado que "desde el Colegio de Enfermería de Almería condenamos este tipo de acciones que consideramos que son totalmente intolerables e inadmisibles". "Sson personas que sufren agresiones por el simple hecho de hacer su trabajo, que consiste, precisamente, en el cuidado a los demás", ha insistido.
FORMACIÓN ANTE SITUACIONES HOSTILES
El Servicio Andaluz de Salud forma a sus trabajadores para saber cómo actuar ante comportamientos violentos de usuarios y evitar agresiones o minimizar sus consecuencias. La Dirección General de Personal del SAS ha diseñado una actividad formativa de 20 horas de duración que ha comenzado ya a impartirse en distintos centros hospitalarios y que incide en evitar situaciones hostiles.
Los cursos contarán con la colaboración de profesionales de Instituciones Penitenciarias y, en cada edición, se formarán a 25 profesionales. En este año, se prevé que se formarán a 150 trabajadores.
Esta formación permitirá dotar a los profesionales de técnicas para enfrentar las situaciones de agresión, procurando disuadir al agresor a través de habilidades en comunicación, asertividad y manejo de emociones.
Se les proporciona herramientas para reducir la tensión y se fomentan sus habilidades para afrontar y gestionar agresiones. En un estadio primario, se puede evitar una potencial agresión si el profesional actúa adecuadamente por lo que es fundamental que sepan detectar las pautas del comportamiento violento.