El desembarco de Uber en Jerez y otras localidades de la provincia de Cádiz ya es una realidad. La compañía comenzó ayer a operar con UberX, la plataforma por la que ofrece servicio de vehículo de alquiler con conductor (VTC) en Cádiz capital, Jerez, El Puerto de Santa María, San Fernando y Puerto Real. ¿Cómo afectará su llegada al taxi?Es la pregunta del millón y que ayer se hacían en este gremio, donde reconocen que los compañeros estaban “inquietos, preocupados y mirando la aplicación para ver dónde operan los coches”, apunta a este medio el presidente de Teletaxi, Luis Gonzaga González.
Para hacer uso de un servicio que ya funciona en Málaga, Sevilla, Granada, Córdoba, Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola, Mijas y Marbella, Sevilla, cubriendo casi la mitad de la población andaluza, según especifica la compañía, es imprescindible que el cliente se descargue la App de Uber y se dé de alta en su red para poder solicitar un vehículo. A partir de ahí, para comenzar el trayecto, deberá completar el campo de destino y especificar el punto de recogida.
Las tarifas actualizadas de Uber fijan un pago de 1,2 euros por kilómetro; un precio base de 1 euros, un precio de pago mínimo de 3,5 euros y un coste de cancelación del servicio de 3,5 euros. ¿Son más competitivas que las del taxi?En Teletaxi son tajantes: negativo. “Son más caros que nuestras tarifas y no es corporativismo; además, ellos tienen un precio fijado y en caso de alta demanda, cuando se trata de conciertos especiales, feria, etcétera, los suben hasta tres y cuatro veces”, señala González. Ahora bien, una cosa es lo que cobren y otra, bien distinta, son las ofertas que lancen para instalarse en Jerez, en cuanto a los servicios para desplazarse al aeropuerto y otros puntos referentes”, señala el representante de los taxistas, que tiene claro que Uber rebajará varios euros para “enganchar” a los nuevos clientes jerezanos.
Los taxistas, que invitan a los jerezanos a descargarse Pidetaxi, su aplicación, que utilizan la mayoría de los hoteles en la ciudad, tienen claro que “el lobo tarde o temprano tenía que venir”. Finalmente, lo han hecho con sus propios coches, entre tres y cinco turismos, para “estudiar el margen de negocio y ver si deciden ampliar o no el número de vehículos”, un extremo que esperan que no ocurra, independientemente de que tengan claro que “vienen para quedarse” y que ahora además entre los precios de promoción y la “novedad” la acogida no tiene que ser mala. Al contrario. Reacios a hacer movilizaciones contra su llegada, porque lo ven contraproducente, lo que sí van a estar es muy vigilantes con el convenio que firmaron con el Ayuntamiento que contempla medidas de fiscalización y control a estos y otros servicios para que se cumpla la normativa vigente.
