La última cinta de Woody Allen, que ha llegado a las salas de todo el mundo más de dos años después de su rodaje, o lo nuevo de Will Smith tendrán que verse las caras en la cartelera con una de las adaptaciones cinematográficas más esperadas en nuestro país: “El Silencio de la Ciudad Blanca”.
Sí, en España también nos hemos rendido a la corriente en auge de la adaptación de una obra escrita a la gran pantalla. No es una novedad, todo sea dicho, la simbiosis entre ambas expresiones artísticas existe desde los inicios del séptimo arte. De hecho, algunas de las películas más taquilleras de la historia como “Harry Potter y las reliquias de la muerte” o “El Hobbit: un viaje inesperado” están basadas en novelas. Es más, hay una gran variedad de títulos famosos que tienen su origen en un novela sin que el grueso de la población lo sepa: “Jurassic Park” está basada en el libro homónimo de Michael Crichton, “Forrest Gump”, que este año celebra 25 años desde su estreno, hace lo propio con la novela de Winston Groom y “El curioso caso de Benjamin Button” crea su argumento a partir del cuento de Scott Fitzgerald. Hasta el personaje de James Bond con sus apariciones en el casino está basado en una novela, en concreto en “Casino Royale” de Ian Fleming. No obstante, lo habitual es que estas adaptaciones lleguen desde el otro lado del charco y no desde nuestras propias tierras.
Daniel Calparsoro, director de “Cien años de perdón”, ha sido el escogido para dirigir la adaptación de la novela escrita por Eva García Sáenz de Urturi, la primera de una trilogía cuyo último libro acaba de llegar a las librerías de todo el país. A sus órdenes se encuentran Javier Rey, en el papel del inspector Unai alias “Kraken”; Aura Garrido, en la piel de la inspectora Estíbaliz; Belén Rueda, como la subcomisaria Alba y Álex Brendemühl en el doble personaje de los gemelos Tasio e Ignacio Ortiz de Zárate. Completan el reparto caras de sobra conocidas en la pequeña pantalla como Pedro Casablanc, Manolo Solo, Álex Monner, Itziar Ituño, Ramón Barea o Kandido Uranga, entre otros.
La cinta, rodada en Vitoria y Álava, se presenta bajo el género del thriller que tan de moda se ha puesto en los últimos años gracias, en parte, a la influencia del cine noir escandinavo. Calparsoro nos traslada hasta la ciudad de Vitoria en el año 2016. Allí, en el mes de agosto y en medio de los festejos de la Virgen Blanca, dos jóvenes aparecen muertos en la Catedral Vieja. Un asesinato que se sale de la norma por el cuidado con el que ha sido preparada la escena del crimen y que recuerda a varios homicidios múltiples que tuvieron lugar dos décadas atrás. El inspector Unai López de Ayala, también conocido como Kraken y experto en elaborar perfiles criminales, es el encargado de resolver el caso junto a su compañera Estíbaliz en medio de la oleada de pánico que atemoriza a la población. A partir de esta premisa, el cineasta catalán crea una cinta de suspende en la que la historia de la ciudad de Vitoria se entremezcla con la cultura ancestral alavesa, dando como resultado una producción cargada de misterio y magia al mismo tiempo. Cabe destacar en este sentido que el espectacular resultado visual ha sido posible gracias a la participación de varias entidades y compañías del sector audiovisual como Netflix, Atresmedia o Movistar+. Presumiblemente el filme llegará dentro de un par de meses al servicio de streaming de esta última rivalizando en audiencia con los partidos del próximo campeón de la liga.
“El Silencio de la Ciudad Blanca” presenta un argumento que indudablemente recuerda a la Trilogía del Baztán creada por Dolores Redondo y también llevada la gran pantalla. De hecho, a finales de año llegará a la cartelera la segunda parte, “Legado en los Huesos”, que ha sido rodada al mismo tiempo que la tercera entrega, “Ofrenda a la Tormenta”, bajo un modelo de producción inédito en nuestro país. No obstante, y a pesar de contar con grandes semejanzas (las dos historias transcurren en el norte del España, los protagonistas son inspectores de policía con un oscuro pasado, lo místico se mezcla con lo real, etc.), las novelas de Urturi cuentan con una identidad propia, tal y como demuestran los más de 700.000 lectores en nuestro país.
Todo apunta, por tanto, a que la cinta tendrá una buena acogida entre el público. De confirmarse esta predicción, podríamos estar ante el inicio de un nuevo fenómeno cinematográfico en España.