Según el último informe de Analistas Económicos de Andalucía, la actividad económica en la provincia de Jaén crecerá este año un 1,7%, seis décimas por debajo de las previsiones para toda Andalucía. Teniendo en cuenta que la provincia jiennense viene de una campaña oleícola casi récord, resulta evidente que el enfriamiento de la economía provincial se debe en buena medida al escenario de atonía que vive el sector industrial. Es cierto, y así lo constatan los principales indicadores económicos, que la dimensión del sector industrial en Jaén está por encima de la media andaluza, pues el peso del PIB es del 13,5% frente al 11,5% de media en la comunidad. Y sorprende también que el PIB industrial esté por encima del PIB del sector agrícola (11,69%). Pero la explicación a este dato no es otra que la consideración que se tiene de las almazaras (más de 350 en la provincia) como parte de la actividad industrial.
La otra realidad señala que la provincia de Jaén tenía registradas el pasado año algo más de 33.800 empresas, lo que significa 4.000 menos de las que tenía hace una década. El cierre de Santana Motor supuso un duro revés para toda la comarca norte y la provincia en general, que sólo Valeo, en Martos, ha logrado amortiguar en parte. Además, Jaén presenta el índice de rotación (sociedades disueltas/creadas) más elevado de la región (31,1% entre enero y julio de este año), con un descenso en el número de sociedades creadas del 10,%. De igual modo, el número de concursos en las empresas volvió a subir por segundo año consecutivo después de que en 2017 se rompiera la tendencia a la baja que se mantenía desde 2013. Así, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, el número de deudores concursados en Jaén el último año fue de 41, 37 de ellos voluntarios y el resto, necesarios.
“La salida del bucle del mercado laboral que tiene la provincia de Jaén no se solucionará hasta tanto no se tomen medidas en materia de industrialización”, ha subrayado el secretario provincial de UGT, Manuel Salazar, para quien la economía jienense “no puede estar anclada para siempre en la agricultura, en el turismo y en los servicios”. Desde PROA, la plataforma de empresarios y profesionales que preside Pedro Molino, se apuesta por crear zonas de especial atención por su alto desempleo (Linares y su comarca, especialmente) y agilizar la puesta en marcha de la ITI. Pero al mismo tiempo se demanda de las Administraciones facilitar los trámites para la creación de empresas con una ventanilla única, así como reorientar la reforma fiscal hacia los empresarios y emprendedores. El Plan Estratégico de la provincia de Jaén 2020 plantea acciones para el fortalecimiento del sector industrial. Entre ellas aboga por impulsar la aglomeración de sectores industriales, la revisión estratégica de los sistemas productivos locales y otras medidas para incrementar su competitividad. También se quiere identificar sectores de actividad emergentes que suponen una nueva oportunidad de negocio para las empresas y los emprendedores. Todo ello introduciendo la innovación como un elemento transversal al proceso productivo, en especial en las actividades de carácter transversal. Y el Consejo Económico y Social de Jaén apostaba en sus recomendaciones promover la instalación de empresas proveedoras del sector oleícola y también las de base tecnológica y fomentar el uso de los recursos forestales. Y en materia formativa, se aboga por diseñar itinerarios formativos con flexibilidad para su adaptación a las nuevas necesidades del mercado de trabajo. Desde la Confederación de Empresarios de Jaén (CEJ) se confía en que la ITI “pueda representar una oportunidad única para el desarrollo de proyectos de envergadura para nuestro territorio que ya están perfectamente definidos y que sólo necesitan contar con la inversión necesaria”.
Capital
Si hay una zona que refleja mejor que nadie el páramo industrial de la capital jienense éste es el Parque Empresarial Nuevo Jaén. Abierto en 2006 con más de un millón de metros cuadrados y un centenar de parcelas que entonces salieron a la venta a 112 euros el metro cuadrado, esta zona industrial nunca llegó a despegar, en buena medida por la irrupción de la crisis. Después de varios intentos infructuosos, el Ayuntamiento lo intentó hace unos meses subastando parcelas con descuentos de hasta el 60% con relación a los precios que se fijaron hace una década y desde 45 euros el metro cuadrado. Pero también aquí pincharon a tenor de la escasa acogida que tuvo la convocatoria. A todo ello hay que unir que el Nuevo Jaén sigue siendo testigo de escombreras perennes (con restos de construcción,restos de poda, palets, enseres y electrodomésticos) junto a las empresas que sí apostaron por instalarse en ese lugar y que cuentan con servicios muy precarios. “La estructura económica de la ciudad presenta una acusada debilidad de la actividad industrial tras las últimas reconversiones y cierres, con una gran dependencia del sector servicios y de la administración pública”, reconoce el propio Consistorio jienense en el informe elaborado para acogerse a la Estrategia comunitaria DUSI. Ese informe incide en la inexistencia de actividad industrial en la capital, con polígonos industriales obsoletos (Los Olivares) e infrautilizados (Nuevo Jaén).
