Luismi Pérez ya puede jugar el domingo con el Xerez CD

|  La derrota en el Ciudad de Lepe ya es historia y el Xerez CD se centra en finiquitar de la mejor manera posible el fin de año, es decir que tiene todos los ojos puestos en ganar el domingo el partido que, a partir de las 17 horas, va a disputar en el Municipal de La Granja ante la Unión Deportiva Los Barrios. No queda otra si no quiere verse inmerso, después de muchas jornadas, en la zona de descenso.
Para ese encuentro ya se podrá contar con el delantero centro Luismi Pérez, ya que el club ha recibido el transfer internacional de la Federación de Fútbol de Gibraltar. También recuperará Juan Carlos Gómez al lateral zurdo Ezequiel, con lo que Manu Lebrón podría ocupar puesto de central que es en la posición donde ha venido jugando últimamente, y al centrocampista Fran Sabaté, que es el encargado de llevar la manija. Junto a Luismi Pérez también podrá jugar otro de los nuevos como es Kevin Balongo, que tendrá una semana más de entrenamiento. Quien no podrá ser de la partida es el extremo zurdo Cristián Tejero que vio cartulina amarilla en Lepe. Esa cartulina cuenta como quinta del ciclo, ya que el joven jugador sumaba cuatro de su etapa en la Unión Deportiva Algaida. Yeray Morales y Juanma Aguilar seguirán siendo bajas.
Son las novedades en el seno de un Xerez Club Deportivo que ha completado su plantilla, que sigue buscando ingresos para ir cumplimentando nóminas, desplazamientos y gastos del día a día y que también continúa pendiente de los movimientos que pueda hacer, de cara al futuro accionarial, Luis Oliver. Se habló mucho del grupo de Gioda que al final ha quedado en nada y también de otro, que llegaría de la mano de Paco Higuera, que de momento no ha efectuado movimiento alguno, aunque parece que siga negociando. Hay una alternativa más que no ha sido desvelada y que, en caso que no fructifiquen las negociaciones, podría ser la que se tomase. De todas formas, lo importante es que se vayan resolviendo los asuntos económicos que, al fin y a la postre, son los que pueden terminar dando una estabilidad emocional a una plantilla que, ciertamente, está muy unida y se está mostrando ajena, por ahora, esos temas institucionales, a pesar de que les afecten a la hora de recibir sus emolumentos.