La mujer asesinada y localizada en un contenedor soterrado en Moraira (Alicante) el pasado lunes estuvo dentro del sistema de protección VioGén para mujeres que sufren violencia de género, pero había salido ya de ese sistema cuando se produjeron los hechos.
La víctima fue localizada el pasado lunes 17 sobre las 08.00 horas dentro de un contenedor en la calle Móstoles por operarios del servicio de limpieza de Teulada-Moraira, aunque, según han informado fuentes conocedoras de los hechos a Europa Press este miércoles, la víctima fue degollada y depositada en el contenedor en la madrugada del sábado 15 al domingo 16.
El presunto autor de los hechos, su pareja sentimental, un holandés de 59 años, se entregó en la Comandancia de la Guardia Civil el pasado lunes tras descubrirse el cadáver y confesó los hechos.
La subdelegeda del Gobierno en Alicante, Araceli Poblador, ha señalado, a preguntas de los medios por una sentencia en la que absolvió al presunto autor, que la víctima, de 36 años y nacionalidad rumana, estuvo en Viogen pero que "en el momento de producirse el asesinato ya no había ninguna orden de protección porque ya no estaba en vigor esa orden".
"Son decisiones judiciales en las que no voy a entrar ahora, si se tomó en su momento es porque se entendió que era oportuno", ha insistido la subdelegada.
Poblador, en la concentración de repulsa celebrada a las puertas de la Subdelegación en Alicante, ha incidido en que se trata del primer asesinato por violencia de género en la Comunitat Valenciana, y que la cifra se eleva a 11 mujeres asesinadas en toda España desde el inicio del año. Por ello, ha exigido que "toda la sociedad" debe implicarse porque de lo contrario "no acabaremos nunca".
Además, ha apostado por la educación "firme" en valores desde "etapas muy tempranas" para terminar con este tipo de violencia. "Educación, pedagogía y menos pines parentales; solo así podremos acabar con esta lacra que es insoportable", ha proseguido y ha recordado que el Pacto de Estado fue un "consenso" de toda la sociedad y ha advertido que no se dará "ni un paso atrás".
Sobre el caso, Araceli Poblador ha felicitado a la Guardia Civil por su trabajo y ha recalcado que "ahora" toca estar junto a la familia y al hijo menor de la víctima. "Dentro de unos días nos sentaremos y analizaremos qué es lo que ha ocurrido", ha zanjado.
Desde la Guardia Civil se ha considerado "muy improbable" que el detenido pase hoy a disposición judicial y se ha subrayado que el caso está bajo secreto de sumario.
La subdelegada acude a la concentración de condena convocada por el Ayuntamiento de Teulada-Moraira, que ha decretado este miércoles como día de luto oficial.
OCHO AÑOS PARA DENUNCIAR
Por su parte, la Delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Gloria Calero, ha insistido, desde la concentración de repulsa celebrada en València, en que el caso "está ya declarado como violencia de género" y que está bajo secreto de sumario.
"Esto de la violencia de género es un tema muy complejo porque las mujeres tardan más de ocho años en atreverse a denunciar", ha lamentado Calero que ha apuntado que "parece ser que tenía una denuncia de alejamiento por los vecinos que denunciaron" porque oyeron "escándalo" en la vivienda que compartía la pareja. En cualquier caso, ha recalcado que el caso "ya estaba sobreseído".
En ese sentido, ha afirmado que cuando se tenga "todo" se procederá a analizar los hechos para ver "lo que ha pasado, pero de momento está todo bajo secreto".
Ante la Subdelegación del Gobierno en Castelló también se ha celebrado una concentración de repulsa y condena por el asesinato de Moraira.
VIOLENCIA MÁS BRUTAL Y CRUEL
En el transcurso de las concentraciones se han leído un manifiesto en el que se ha denunciado que la violencia de género "más brutal y cruel" se ha ensañado "con una mujer y con su hijo" que "sufrirá las consecuencias de este asesinato".
Se ha recordado a las 11 víctimas registradas en estas ocho semanas de 2020 y a las 1044 contabilizadas desde que existen registros, de las que 132 son valencianas.
Cifras que ponen de manifiesto "una realidad que no se puede normalizar ni banalizar", una violencia "estructural" sobre la mitad de la población que impide "la plena libertad, igualdad y seguridad de las mujeres" y de "sus hijos e hijas".
Finalmente, el manifiesto pone el acento en que la erradicación de la violencia sobre las mujeres "no puede lograrse sin abordar las actitudes sociales que la toleran o justifican", de modo que han reclamado como "necesario" impulsar medidas "preventivas y de sensibilización" fomentando la educación en valores de "igualdad y respeto" desde las etapas "más tempranas".
Asimismo se ha defendido el Pacto de Estado como instrumento "integrador" y se ha situado la violencia de género como un asunto "prioritario" de la agenda política.
