Bob Cohen, portavoz del ejército, confirmó que los dos agresores son soldados. Uno de los fallecidos es uno de los agresores, según fuentes militares.
El incidente de ayer ocurrió, según las informaciones iniciales, cuando dos hombres armados con rifles M16, soldados, abrieron fuego en un centro de preparación de soldados que serán enviados al frente de batalla en Irak y Afganistán.
Según esas informaciones, los soldados que estaban en el centro habrían respondido al ataque con sus armas desatándose el caos en la mayor base del Ejército de Estados Unidos en el territorio continental.
La seguridad de las bases en EEUU ha sido incrementada, aunque el FBI descarta un móvil terrorista.
A pesar del incremento de la seguridad, sólo la Base de Fort Hood, ubicada en Texas, equidistante unos 80
kilómetros tanto de la capital, Austin, como de la localidad de Waco, fue completamente cerrada al exterior.
Por el momento, la Oficina de Investigación Federal, FBI, descartó que se trate de un acto terrorista y agentes de este cuerpo se trasladaron a la base para investigar lo sucedido.
La Base de Fort Hood, que es la más grande de EEUU en el mundo, y tiene unos 70.000 personas, 42.000 de ellos soldados, es el lugar en el que se concentran las tropas antes de ser desplegadas en los distintos lugares.
Según las autoridades militares, que ofrecieron ayer tarde una pequeña rueda de prensa, el tiroteo se produjo en un único edificio de la Base, dedicado al entrenamiento militar.
El presidente de EEUU, Barack Obama, calificó el tiroteo en la base militar de Fort Hood de “horrible incidente de violencia”.
“Ya es duro cuando nuestros soldados pierden la vida en misiones en el exterior. Es horripilante cuando lo hacen en incidentes en como éste sus propias bases en suelo estadounidense”, afirmó el presidente en un acto en el Departamento del Interior.
El incidente, que se produce en medio de un reportado incremento del número de suicidios y de desórdenes mentales entre los militares estadounidenses, es el último capítulo de una serie que parece haberse hecho más violenta en los últimos dos años en Fort Hood.
Hace poco más de un año, tras un altercado, un soldado mató a balazos a su teniente y luego se suicidó.
A finales de ese año, el ex convicto Denard Manns, fue ejecutado en Texas por robar, violar y matar en 1999 a la asistente médico, Michelle Robson, en un apartamento cercano a la base.
En julio de este año, el soldado Armano Baca fue acusado de asesinar al militar Ryan Richard Schlak. Ambos eran miembros de la División 1 de Caballería que había regresado a Fort Hood del conflicto en Irak.