El alcalde de Chiclana, José María Román, ha inaugurado la Exposición del Bicentenario de Florence Nightingale. Un acto en el que también han estado presentes la delegada municipal de Cultura, Pepa Vela; los comisarios de la muestra, José Luis Aragón Panés, Francisco Glicerio Conde y Laureano Cano; la presidenta de la Asociación Nuestra Señora Salus Infirmorum de Cádiz, Concepción Mejías; el director del centro asociado UNED de Cádiz, Manuel Barea; el patrono de la Fundación San Pablo Andalucía CEU, José Marín Monzón, y el rector de la Universidad de Cádiz, Francisco Pinella, acompañados por el presidente del Colegio de Enfermería, el presidente del Colegio de Médicos de Cádiz, la directora de la Fundación Hispano Británica, el presidente de la Asociación de Historia de la Enfermería de Canarias, los presidentes de los Ateneos de Chiclana y Cádiz, el director del Centro Universitario de Enfermería de San Juan de Dios de Bormujos, el presidente de la Real Academia de San Romualdo y la directora del Archivo Histórico de la UCA.
Esta muestra rinde homenaje a esta mujer, madre de la enfermería tal y como se conoce hoy en día, y estará abierta al público en el Museo de Chiclana desde hoy y hasta el 4 de octubre. En este año 2020, se conmemora el 200 aniversario del nacimiento de la enfermera, escritora y benefactora de la humanidad, siendo, además, un año importante para la profesión porque se está conmemorando también el Año Internacional de la Enfermería. Precisamente, en esta coyuntura del COVID-19, donde el personal de enfermería está en primera línea en la lucha contra el coronavirus.
Durante el acto, José María Román ha agradecido el esfuerzo de todos por estar en este evento, así como el trabajo desarrollado para organizar esta exposición. “Esto demuestra la importancia de la persona que protagoniza la muestra y de lo que supuso entonces y en nuestros días”, ha explicado, reseñando que “esta exposición y este acto reconocen de forma muy especial a los enfermeros y enfermeras y a todo el personal sanitario, siendo también un reconocimiento a lo que está suponiendo para todos la pandemia y ha supuesto el confinamiento, así como a todas las personas que nos han dejado debido al coronavirus”.
Por su parte, Francisco Pinella ha destacado que la “Universidad de Cádiz se une a esta exposición y estará presente en todos los actos que, tanto desde el Ayuntamiento de Chiclana como desde cualquier lugar de la provincia, nos pidan colaboración y ayuda”. Además, también ha reseñado que “la pandemia que estamos viviendo nos ha servido para que la sociedad dignifique profesiones como las de enfermería y medicina”.
José Marín Monzón ha resaltado que “Florence Nightingale cuenta con tres características fundamentales, la primera es su competencia profesional, porque es una mujer capaz de haberse dado cuenta de por qué había tanta mortalidad en la Guerra de Crimea y en los hospitales, por falta de higiene, de atención y de asistencia. La segunda de las características es su habilidad creadora para formar, creando escuelas y, la tercera, es que fue una mecenas, porque buscó financiación para todas estas obras”.
Manuel Barea ha destacado que “se trata de un acto justo y necesario de homenaje a esta pionera de la enfermería, más aún en estos momentos críticos de la pandemia”.
Finalmente, José Luis Aragón Panés ha destacado que “hoy es para los comisarios de la exposición un motivo de orgullo y satisfacción presentar esta sencilla pero sentida exposición, para homenajear a una de las mujeres más extraordinaria de la historia”. “Agradecer a todas aquellas personas que han colaborado en la organización de esta exposición, al Ayuntamiento de Chiclana y a todas las entidades que han mostrado su apoyo y colaboración”.
Florence Nightingale
Florence Nightingale nació en Florence en 1820 y falleció en Londres en 1910. Nacida en el seno de una familia acomodada en la época victoriana, recibió una esmerada educación. Desde su juventud sintió la vocación de atender y cuidar a los enfermos y ancianos del condado de Hampshire, y pese a la negativa de sus padres para que se dedicase a ello, inició su formación como enfermera en Alemania y Francia. Cuando volvió a Inglaterra, sus ideas de mejorar la condición social y salud de los más desfavorecidos se valió un lugar en los hospitales de Londres.
Su gran hora llegó con la gran labor realizada en un hospital de campaña de Escutari (Turquía) atendiendo y curando a los heridos y enfermos de la guerra de Crimea. Ella y su equipo de 38 enfermeras salvaron muchas vidas poniendo en prácticas reformas y medias higiénicos-sanitarias. Al volver fue condecorada y desarrolló un programa de reformas en varios hospitales de Londres. En el hospital Saint Thomas creó la primera escuela de enfermeras laicas, sentando así las bases de la actual profesión de Enfermería.
Durante su dilatada vida mantuvo una intensa tarea para implantar nuevos métodos y conceptos enfermeros. En muchos lugares del mundo siguieron su ejemplo y está considerada benefactora de la humanidad y sus fundamentos aún hoy se siguen estudiando en las escuelas de Enfermería.