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Miércoles 20/11/2024
 

El Puerto

Breve reflexión sobre el valor de estar preparado

No es del todo cierto que la gente suela creerse las mentiras solo porque se las repitan constantemente

Publicado: 31/03/2021 ·
15:00
· Actualizado: 31/03/2021 · 15:18
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  • Varias personas caminan por la céntrica calle de El Paseo de Ourense. -

Conforme la incultura se apodera de la ciudadanía los que pretenden manipularla lo tienen más fácil, da igual que sean políticos, medios de comunicación o simplemente publicistas. Hay quienes mantienen que actualmente contamos con la generación más preparada de nuestra historia, pero por desgracia esto a veces solo parece referirse a las titulaciones. Es cierto que los analfabetos en sentido estricto prácticamente han desaparecido (aún quedan), pero el hecho de estar preparado o ser culto no solo se mide en los conocimientos que se poseen.

Es indiscutible que siempre ha existido esa otra cultura nacida del saber transmitido de generación en generación y que tanto influye en la educación aportando unos valores que muchos consideramos intemporales, mientras que para otros tan solo sirve para anclarnos a unos comportamientos que hoy se consideran retrógrados e incluso lesivos para la convivencia.

No es del todo cierto que la gente suela creerse las mentiras solo porque se las repitan constantemente, ya que en realidad el sentido común y la capacidad de comprobar la verdad pueden impedirlo, a veces de forma más importante que el propio conocimiento. A veces confiamos ciegamente en una información pensando que sabemos lo suficiente y suponemos que soslayando nuestra ignorancia nos estamos valorando y empoderando más, cuando la realidad es que nos volvemos más manipulables.

Fomentar el sentido crítico (bien entendido) y rehuir la autosuficiencia dificulta que nos engañen y que tomemos malas decisiones. Igualmente saber rectificar y estar dispuestos a mejorar no merma nuestra capacidad para alcanzar las metas que nos pongamos, pues lo más importante es el esfuerzo, la dedicación y el grado en que poseamos unos valores adecuados, sabiendo que progreso no es progresismo.

También es importante la cultura que deriva del conocimiento, tanto del que se poseamos como del que se seamos capaces de obtener. Por muy grande que sea, el conocimiento por sí mismo solo sirve para hacer ostentación a menos que impulse el interés por saber más, por compartirlo y aplicarlo constructivamente en nuestro quehacer y en la relación con los demás.

Quienes carezcan de conocimientos y/o de valores no están capacitados para regir la sociedad y de hecho no deberíamos darles esa oportunidad. Pero, a pesar de todo, la ciudadanía elije a tales ignorantes porque ellos saben cómo aprovechar la ignorancia y el sectarismo que tan hábilmente han estado esparciendo durante décadas. Por ese motivo todos debemos reflexionar seriamente sobre si en realidad la importancia de una ideología puede anteponerse a la falta de preparación y de valores de quienes se ofrecen para ponerla en práctica. Lo que necesitamos son dirigentes que sean unos gestores válidos y honrados. Fuerza y salud.

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