Indesmayable, José Luis García, portavoz de la Asociación de Feriantes de la Provincia de Cádiz, se reunió el jueves pasado con los responsables de Fiestas de los ayuntamientos de Algeciras y La Línea. Ha tenido contactos con concejales de otras localidades en estos últimos días para plantearles la opción de instalar las atracciones durante los días en los que los municipios tendrían que haber celebrado sus ferias de no estar condicionados por la pandemia. “Jerez ha mostrado interés”, apunta, tal y como adelanta Rocío Alfaro y Francisco C. Aleu en este medio. El Gobierno local ha mostrado total disposición. “Pero aún no tenemos nada cerrado en ningún sitio”, advierte sin ocultar preocupación. La espantada del Ayuntamiento de Vejer ha minado el ánimo. Una fotografía de colas en las pistas de auto de choque, la olla y camas elásticas instaladas en Barbate, en Semana Santa, le ha servido al edil José Miguel Castro para romper el acuerdo. “Habíamos dado de alta a trabajadores y a los seguros”, asegura García, quien lamenta que, después de 18 meses sin facturar un céntimo, sin ayudas por parte de las administraciones, ahora tendrán que asumir el gasto realizado sin opción de recuperarla.
“La mayoría estaba de baja cuando irrumpió el virus porque en marzo no hay trabajo”, explica Isaac Poley, tercera generación de feriantes sanluqueños que da empleo a nueve personas. Para entoneces, también habían invertido parte de las ganancias de la temporada anterior en mantenimiento y puesta punto de la maquinaria o en nuevas atracciones. “Vivo de los ahorros pero la liquidez se agota”, reconoce. Peor lo llevan algunos compañeros, “que han acabado en comedores sociales”. “Necesitamos trabajar y que los ayuntamientos no nos obliguen a pagar ocupación de suelo”, propone.
Como en Sevilla, donde, por iniciativa municipal, se ha montado un parque con 200 actividades en el mismo lugar que habrían ocupado en la Feria de Abril, con unos 800.000 metros cuadrados y todas las medidas de seguridad vigentes.
“Funciona perfectamente”, asegura, satisfecho, el presidente de la Asociación de Empresarios Feriantes de Andalucía, Ceuta y Melilla, Antonio Palacios, quien detalla el protocolo seguido. “Se han producido puntualmente un par de momentos de aforo máximo, pero hemos cerrado puertas y hemos esperado a que se pueda volver a acceder”, agrega. “No es lo que hacemos habitualmente, pero mejor esto que nada”, concluye.