El otro día, mirando desde el paseo de la Ría la increíble, a estas alturas, estructura del muelle cargadero de minerales de la Riotinto Company, me acordé del Parque Minero de Riotinto, allí donde se podía contemplar un no menos increíble cementerio de material ferroviario y todas esas locomotoras y vagonetas, y coches de viajeros, y cisternas, mudos testigos de años de progreso que tenía su estación en Las Mallas y desde donde el ferrocarril, después de recorrer más de 70 kilómetros, entraba por El Punto -donde llegó a funcionar todo un entramado de talleres- y así hasta esa Huelva-Término que la mano firme onubo-huelvana de don David Toscano ha rescatado para, junto a otro edificio emblemático como el Colegio de Ferroviarios, adaptarlos como sedes de la Diputación Provincial. Diana. El presidente no ha dudado en reconvertir esos edificios en sedes definitivas de la institución provincial.

Sí, hay demasiada historia en ese apéndice de la Península Ibérica que, aunque hubo un intento de conectarlo con Portugal, todo se quedó en Ayamonte y, lo peor de todo, que ante la ¡indolencia! de quienes fuesen, el ya pionero ferrocarril fue desmantelado y hoy convertido en vía verde de Ayamonte a Gibraleón. Bueno, y hoy, aunque no ultimada la construcción, conecta con la capital… ¡Ay! el ferrocarril, desde el Zafra-Huelva al Huelva-Madrid, pasando inexorablemente por la Plaza de Armas sevillana y transbordo incluido en no me acuerdo donde pero con una espera desesperante hasta que tomaba el rumbo de Madrid. Sí, locomotoras de vapor, y luego eléctricas, y de diesel, como el famoso Taf y el ferrobús Sevilla-Huelva-Ayamonte.

¡Qué tiempos aquellos de la EXPO-92 y la ingenua esperanza de “pronto, también, habrá un AVE Huelva-Sevilla-Madrid” y así hasta nada menos que 31 años de más que esperas, incertidumbre y desesperación, y sensación de engaños ante la indiferencias no solo de Madrid, sino de quienes nos representan en el Congreso de los Diputados y el Senado -tertulias de inexpertos y/o espectadores mientras no demuestren lo contrario- y haciendo historia aquellos primeros años de democracia en los que, de vez en cuando, nos llegaban  noticias de alguna que otra interpelación o moción preguntando por las deudas con Huelva…

Sí, continuamos siendo un punto más en el mapa del Ministerio de Transportes a raíz de la puesta en marcha del AVE a Asturias, y seguirán otras líneas sin que esta Huelva “lejana y rosa” siga esperando el milagro, o la decisión final (¿) de  las cabezas pensantes y decisorias. De ese ministerio que nos tiene vetados y cree cumplir con   trenes de desecho entre Huelva y Sevilla y en la continuidad de una línea ya modernizada (¿)  utilizando trenes no menos tocados. Sí,  por una vía expedita para ese AVE  que nos recuerda Doñana. Todo pendiente de renovar una estructura que se hizo pensando siempre en Sevilla y con muchos kilómetros de más. Sí, un tramo del que es mejor no citar kilómetros, y tiempos de recorridos, y número de averías. A todo esto, en Madrid, ‘tutis contentis’ porque destacan la importancia del ferrocarril en la estrategia de movilidad sostenible -puñeteras formas de expresión de ahora- en la que se encuentra inmerso el Gobierno. La gloria.

Sí, ¿parece razonable en una ciudad donde una fábrica ha dejado inservibles montones de hectáreas y sacrificado algo tan sostenible como son las marismas, ahora convertidas en desechos contaminantes y que después de medio siglo soltando mierda no terminan de aclararse para dar una solución y devolvernos algo de lo que no saben siquiera como desprenderse y dejar las cosas como estaban? Sí, porque crearon puestos de trabajo gracias a múltiples incentivos y a costa del panorama natural inicial, ahora como una maldición más que añadir a esa mejor comunicación a la que tenemos derecho por multitud de razones que han beneficiado a tantas y tantas provincias. El último mapa elaborado por Adif  nos deja fuera en medio de la euforia del último objetivo cumplido. Aquí, 31 años después, solo migajas para el segundo núcleo industrial del país, aislado además por un río con la provincia vecina. ¡Ah! Ante este panorama, ¿por qué no nos aliamos con Badajoz, donde siendo Huelva su salida natural al mar están todavía peor que nosotros? Sí, eso, pero ¡ojo! que doña Pilar se ha levantado del asiento y tardará en sentarse -lo vislumbro- mientras el nuevo ministro de Transportes no la reciba o no venga por aquí para acabar con tanto engaño con ese AVE de mal agüero. La calle debe seguir siendo otra opción, como aquel 3 de marzo que sí lo pudo…