Pese a la celebración de la fiesta de la Cruz y el recién estrenado mes de las flores, el ambiente no era demasiado festivo en el Paseo de los Álamos en la mañana de este martes. Allí, en el Templete de los Músicos, Izquierda Unida, conjuntamente con CGT y Movimiento Feminista, habían convocado una concentración entre las 11 de la mañana y la 1 de la tarde, en conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores y Trabajadoras, este año bajo la proclama “Nos han robado el futuro”.
Cerca del mediodía, los diferentes líderes de la formación de izquierdas se dirigían, altavoz en mano, al escaso público presente, no más allá de unas decenas de personas que atendían las arengas de los oradores. Estas iban en la línea de las palabras oídas en las movilizaciones llevadas a cabo desde Izquierda Unida en los cuatro últimos años. Críticas al retroceso en las conquistas sociales, a los recortes y a la pérdida de derechos de los trabajadores; llamamiento a la unidad de la clase obrera para hacerse ver y desarrollar un papel activo que pueda contrarrestar esta dinámica. “Por una nueva internacional obrera solidaria, que defina el papel de la izquierda, ante los nuevos retos que nos impone el nuevo capitalismo. ¡Hay motivo!”.
“¡Este no es un día para juntaros y hartarnos de comer!”, advertía en su alocución a los presentes un viejo líder comunista mureño, al tiempo que reclamaba una actitud menos conformista y más implicada para hacer frente, por ejemplo, a la pérdida de coberturas en la sanidad, lo que se traduce en reducción del poder adquisitivo de los pensionistas.
Sus voces ponían la nota reivindicativa en un primero de mayo desangelado, con cielos plomizos y baja temperatura, tal vez un trasunto de que las luchas y las reivindicaciones obreras no están ya a la orden del día en nuestro municipio, lo cual, no se sabe bien del todo, si es una buena o una mala señal.
