El empleo de esta técnica permite a los cirujanos mediante pequeñas incisiones realizar intervenciones que anteriormente requerían otras de mayor envergadura, con el mismo resultado terapéutico.
La primera cirugía ha consistido en la desobstrucción del uréter y ha concluido con éxito. Se trata de la primera intervención de este tipo que se realiza en la provincia de Jaén, donde poco a poco se irá ampliando esta técnica en otros procedimientos de riñón y próstata que actualmente se realizan con cirugía tradicional.
La laparoscopia es la alternativa mínimamente invasiva a la cirugía abierta convencional en la que una pequeña cámara llamada laparoscopio es utilizada para ver dentro del abdomen. De esta forma, el laparoscopio transmite la imagen de los órganos internos a un monitor de televisión a través del cual el cirujano pueda guiarse para realizar diferentes procedimientos quirúrgicos. El laparoscopio magnifica la imagen varias veces respecto al tamaño real, permitiendo una mejor visión de los órganos abdominales.
Para llevarla a cabo, los cirujanos sólo tienen que realizar tres o cuatro pequeñas incisiones (orificios de 0,5 a 1 centímetros) en lugar de una herida de 15 a 20 centímetros. Por estas pequeñas incisiones se introducen los instrumentos con los que se opera.
Las ventajas para los pacientes operados con laparoscopia son muchas, ya que produce menor dolor postoperatorio, reduce la estancia en el hospital, permite una recuperación más rápida y un mejor resultado estético. Asimismo, facilita un retorno más rápido a los hábitos dietéticos habituales y a la actividad normal.
El Hospital Alto Guadalquivir ha realizado 83 intervenciones urológicas con cirugía tradicional en el último año. En la actualidad, la introducción de la laparoscopia en Urología abre el camino para que operaciones sobre riñón y próstata comiencen a realizarse con esta técnica mínimamente invasiva, siempre que la situación clínica de cada paciente le aconsejen someterse a ella.
La primera cirugía ha consistido en la desobstrucción del uréter y ha concluido con éxito. Se trata de la primera intervención de este tipo que se realiza en la provincia de Jaén, donde poco a poco se irá ampliando esta técnica en otros procedimientos de riñón y próstata que actualmente se realizan con cirugía tradicional.
La laparoscopia es la alternativa mínimamente invasiva a la cirugía abierta convencional en la que una pequeña cámara llamada laparoscopio es utilizada para ver dentro del abdomen. De esta forma, el laparoscopio transmite la imagen de los órganos internos a un monitor de televisión a través del cual el cirujano pueda guiarse para realizar diferentes procedimientos quirúrgicos. El laparoscopio magnifica la imagen varias veces respecto al tamaño real, permitiendo una mejor visión de los órganos abdominales.
Para llevarla a cabo, los cirujanos sólo tienen que realizar tres o cuatro pequeñas incisiones (orificios de 0,5 a 1 centímetros) en lugar de una herida de 15 a 20 centímetros. Por estas pequeñas incisiones se introducen los instrumentos con los que se opera.
Las ventajas para los pacientes operados con laparoscopia son muchas, ya que produce menor dolor postoperatorio, reduce la estancia en el hospital, permite una recuperación más rápida y un mejor resultado estético. Asimismo, facilita un retorno más rápido a los hábitos dietéticos habituales y a la actividad normal.
El Hospital Alto Guadalquivir ha realizado 83 intervenciones urológicas con cirugía tradicional en el último año. En la actualidad, la introducción de la laparoscopia en Urología abre el camino para que operaciones sobre riñón y próstata comiencen a realizarse con esta técnica mínimamente invasiva, siempre que la situación clínica de cada paciente le aconsejen someterse a ella.
